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martes, 29 de abril de 2014

- CURIOSIDADES SOBRE ALGUNOS NOMBRES DE PILA - (CURIOSITIES ABOUT SAME FIRST NAMES)

No teman los lectores. No pretendo escribir una plúmbea lista de nombres con significados inventados que sonrojarían a cualquiera que tuviera un mínimo de formación intelectual. Aunque tenga un trasfondo levemente humorístico, es cierto cuanto voy a contar en esta entrada del blog y sólo será un brevísimo compendio comentado de nombres de uso muy común y de los que, a veces, no caemos en su significado. También observo en que existe la costumbre de poner nombres por pura eufonía sin pararse a pensar en su significado y, por el contrario, nombres tradicionales que suenan muy mal pero cuyo significado es de gran belleza. Los padres, a veces, quizá debieran reflexionar sobre el significado de los nombres que les ponen a sus hijos, ya que pueden estar condenándolos de por vida a ser insultados por el simple hecho de llamarlos por su nombre. Sin llegar a tanto, recuerdo una vez que una señora se jactaba de que su hija no tenía santo que celebrar; la chica en cuestión se llama Noelia. Y le dije a la señora:

-Pues me temo que su santo se celebra el 25 de Diciembre.

-¿Es ese el día de santa Noelia?- me preguntó la dama en cuestión.

-No, querida -le contesté.- El nombre de tu hija es la castellanización de la palabra francesa Noël, que significa Navidad. Equivale a Natalia o Natividad.

Debí haberle añadido: "Y de ahí la cursilada tan extendida de Papá Noel" pero no lo hice por pura diplomacia.

Es tal la cantidad de nombres que se ponen porque suenan bien que se pierde uno haciendo listas de los que se oyen a diario y que cambian según las modas. Recuerdo que en mi ya lejana infancia se puso de moda el nombre de Fabiola en honor a la recién casada Reina de Bélgica, felizmente viva aun. Pocos o ninguno cayeron en la cuenta que estaban llamando "Habichela" a sus pobres hijas. En la actualidad, muchos ufanos padres ponen a sus hijos Iván o Jonatan por distinguirse, pero quizá no sepan que están usando el tan extendido nombre de Juan que les suena (a ellos) tan vulgar. O, algo más raramente, la costumbre de imponer el godo Liuva al que se llama, simplemente, Luis. También algunos aristócratas -o que se lo creen ellos- actuales siguen usando el noble y rancio nombre de Fadrique quizá porque Federico, su verdadero nombre actual, les pueda sonar plebeyo. A lo mejor debieran haberle puesto Eugenio, que significa "el de buen origen, el de buena cuna". Y es que el prefijo "Eu" da para mucho en el nomenclátor, pero es tan sabido que lo voy a pasar por alto.

Hay casos divertidos de la Historia y la Hagiografía que hacen que lleguen a los altares santos que son nombrados por sus apodos. Incluso en algunos casos se han olvidado sus verdaderos nombres. Dos ejemplos clamorosos los tenemos en santa Inés (de Agnes, Cordera) y san Roque, cuyo significado es Roca, Fortaleza, debido a su aspecto robusto. Pero quizá el más significativo y menos conocido es el de San Francisco de Asís, ya que fue bautizado como Giovanni pero, al ser su madre francesa, todo el pueblo le llamaba el francesito o Francesco. Y así llegó a los altares. Reflexión aparte merece su diminutivo Paco que procede de la costumbre de los primeros frailes franciscanos de citarlo en sus escritos como "PAter COmunitatis". Pero de los acrónimos me ocuparé en otra ocasión.

También los animales dan mucho juego. Aparte de los conocidos como León y otros menos extendidos ahora, pero abundantes en otras épocas como Águila(1), Paloma, Úrsula (la Osita), Lope (el Lobo, de donde también deriva el apellido López o Hijo del Lobo) me refiero ahora al relativamente frecuente nombre de Camilo ¿Se han parado ustedes a pensar en su fonética? Pues sí, como ya habrán adivinado significa... ¡A que se equivocan! Pues sí, se equivocaron; significa Dromedario, porque no existen camellos en África ni en Arabia, salvo en los zoológicos, y el desierto de Gobi le pilla muy lejos a nuestra civilización. Allí sí que hay camellos de verdad.

Siguiendo con los animales me viene a la memoria un nombre antaño frecuente y ahora mucho menos, aunque no extinguido; se trata de Filomena. Pocos nombres tienen tan mala eufonía y tan bello significado, ya que quiere decir Ruiseñor(2). Podemos seguir con Delfín, ya que no sólo designaba al heredero de la corona francesa sino que también existe como nombre propio. Y así llegaríamos a una enorme lista.

Pero la entrada de un blog no es una tesis doctoral y hay que darle la longitud debida. Así que lo dejo aquí esperando que se hayan divertido. Espero retomar el tema en otra ocasión. Quienes me conocen saben que casi siempre escribo de memoria y lo iré haciendo conforme vayan surgiendo recuerdos. El tema de los apellidos es aun más divertido.

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(1) Hasta hubo un príncipe godo hermano de don Rodrigo y así llamado en recuerdo de Aquiles, que quiso ser Rey de Hispania en lugar de su hermano y propició indirectamente la canallada de la invasión musulmana.

(2) Un poema escrito en latín tardío, hallado en un monasterio benedictino alemán y llamado "Veris laeta facies" dice en su última estrofa: "Cytharizat cantico dulcis Philomena. Flore rident vario prata iam serena..."

domingo, 27 de abril de 2014

ZAIDA. NUERA DE AL-MUTAMID Y ESPOSA DE ALFONSO VI (ZAIDA. DAUGHTER IN LAW OF KING AL-MUTAMID, AND WIFE OF KING ALFONSO VI)


Vista del castillo de Almodóvar.

Repasando la Historia nos encontramos con curiosos episodios en los que algunos de sus personajes siguen envueltos en leyendas en la actualidad. Este es el caso apenas conocido de Zaida, quien pasó de nuera del Rey poeta de la taifa sevillana a ser la madre de Sancho, heredero de la Corona de Castilla.

Cuando se visita el Castillo de Almodóvar del Río(1), muy cerca de Córdoba, se le cuenta al turista que por allí deambula el fantasma de Zaida, princesa mora cuyo marido fue muerto en batalla; incluso que se pueden escuchar los gritos de dolor de la pobre princesa viuda llamando a su amado. Todo castillo que se precie debe tener un fantasma y el de Almodóvar no iba a ser una excepción para el turismo. Pues bien; es natural que se cuenten esas leyendas que contribuyen a dar un halo de misterio al edificio que pueden atraer a más visitantes pero, de rondar aun por la tierra el fantasma de Zaida no lo haría en Almodóvar ni se lamentaría por su difunto esposo tan moro como ella. Nada más lejos de la realidad y, como quienes me conocen saben que me encanta destruir mitos, en esta entrada me voy a ocupar de la verdadera historia de la princesa Zaida. Porque, en esta ocasión, dicha historia es más bella que la leyenda que le inventaron.

Poco o nada se sabe del origen, familia y nacimiento de Zaida, ya que entra en la Historia por la crónica de Ibn Idari en la que se nos cuenta que se casó con Abu Nasr Al-Fath Al-Mamun, rey de la taifa de Córdoba e hijo del rey de Sevilla, el famoso poeta y pésimo estadista Muhammad ibn Abbad al-Mutamid. Quizá, como sostiene don Ramón Menéndez Pidal, fuera sobrina de Alhayib, rey de Lérida y Denia. Pero no nos importa demasiado su origen y sí su destino que vamos a contar a continuación.

Ante el imparable avance de Castilla que tenía ya a casi todos los reinos de taifas de Al-Ándalus como tributarios y en cualquier momento podía desencadenar una ofensiva final. Dichos reinos, con la única oposición del zirí de Granada, llaman en su auxilio a los salvajes bereberes almohades(2) quienes, fanáticos como ellos solos, llegaron a la Península destruyendo todo lo que quedaba del esplendor Omeya por considerarlo ofensivo para el Islam. Estas hordas, al mando del nefasto Yusuf ben Texufim, entraron como elefantes en cacharrería porque su fanatismo era tal que arrasaban todo lo que encontraban a su paso. En una primera oleada vencen a Alfonso VI en 1086 en la batalla de Sagrajas y, aunque fueron contenidas en Aledo en 1088, en una tercera invasión de Texufim, acaecida en 1090, ya traía dicho caudillo la clara intención de derrocar a todos los reyes de taifas para convertirse el mismo en gobernador de lo que quedaba de Al-Ándalus(3)

Arrepentido de su decisión de llamar a los feroces almorávides, pero sin poder hacer gran cosa para defenderse salvo pedir protección a Castilla, Mutamid previene a su hijo Al-Mamun del inminente peligro que corren y éste, consciente del salvajismo de los invasores, envía a su esposa Zaida al inexpugnable castillo de Almodóvar, acompañada de sus hijos y de setenta caballeros entre los que se encontraban sus familiares en edad de luchar. Así, el 26 de Marzo de 1091, cae la taifa de Córdoba y Al-Mamun es muerto en la batalla. El rey Alfonso, sintiéndose obligado a proteger a sus tributarios, en aquel mismo verano manda a Alvar Fáñez(4) con un ejército de socorro que se enfrenta a las huestes de Texufim. Aun siendo vencido en la batalla, Fáñez logra sacar a Zaida del castillo y huir a Toledo con ella, sus parientes y los restos de sus mesnadas. Y ahora empieza la nueva vida de Zaida, viuda de Al-Mamun, quien estuvo a punto de cambiar la dinastía castellana; y con ella, la Historia de España.

Debía ser muy guapa la chica a sus veintiocho años ya que, al llegar a la corte castellana, el propio Alfonso se fija en ella. Contaba el Rey por entonces con cuarenta y cuatro años, cinco matrimonios, dos concubinatos y ningún hijo varón. La llegada de Zaida debió producirle un efecto fulminante. Ella, tras bautizarse con el nombre de Isabel, se convierte en flamante esposa(5) del Rey castellano y no se demora mucho la llegada de su hijo Sancho, quien vería la luz a fines de 1093 o principios de 1094. Tras él vendrían sus hijas Elvira y Sancha quienes, respectivamente, casaron con el rey Rogelio II de Sicilia y Rodrigo González de Lara, conde de Liébana. No está nada mal para una princesa mora quien se despidió de este mundo nada más comenzar el siglo XII, en 1101. Por disposición de Alfonso fue enterrada en el Monasterio de San Benito de Sahagún, en la misma tumba donde más tarde yacerían su hijo y su esposo. Aunque también, en el Panteón de Reyes de San Isidoro de León, existe una lápida con la inscripción:

"H. R. REGINA DOMNA ELISABETH, UXOR REGIS ALFONSI, FILIA BENAUET REGIS SIVILIAE, QUAE PRIUS ZAIDA FUIT VOCATA"

Está claro que fue su esposa o, al menos tratada como tal, porque la frase: "Reina Doña Isabel, esposa del Rey Alfonso, hija política del Rey de Sevilla, que antes se llamó Zaida" No deja lugar a dudas.

Desafortunadamente, el Infante Sancho murió en la batalla de Uclés en 1108 siendo apenas un adolescente y la corona la heredaría Urraca, hija de Alfonso de su matrimonio con la reina Constanza de Borgoña. El resto, ya es otra historia.

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(1) El que se conoce en la actualidad, aun conservando la traza primitiva, es una reconstrucción completa hecha a principios del siglo XX y cuenta con elementos nada musulmanes.

(2) Almohade es una palabra derivada de "al-Mumin" o los que reconocen la unidad de Dios.

(3) No olvidemos que, para los musulmanes, el término Al-Ándalus no se circunscribe a Andalucía, sino que abarca toda la Península hasta los Pirineos.

(4) Desconozco si éste era el famoso Alvar Fáñez de Minaya "el buen burgalés de pro" según el poema, sobrino del Cid.

(5) Algunos dicen que jamás se casó y que sólo fue su concubina, pero lo desmiente la lápida de su tumba, el lugar en el que fue enterrada y el hecho que su hijo Sancho fuera nombrado heredero de la Corona.


Miniatura de Alfonso VI de Castilla

martes, 22 de abril de 2014

- EL BELLO SUEÑO DE LAS PIRÁMIDES MARCIANAS - (MARTIAN PYRAMIDS. A BEATIFUL DREAM... BUT JUST A DREAM)


En 1976 la misión Viking, encargada de fotografiar lo que pudiera de la superficie de Marte y equipada con los medios más avanzados de la época, tanto de fotografía como de transmisión de señales de radio, envió una serie de imágenes del planeta que tardaron casi diez años en divulgarse dado que, por su contenido, se sospechaba que iban a generar polémica, como así fue: En la región de Cydonia, cerca del ecuador marciano, se veían con cierta claridad varias formas que, con algunos retoques necesarios para su procesamiento, recordaban caras humanas de cierto parecido con la de la esfinge egipcia; para colmo de confusión, sobre la misma zona aparecían una serie de estructuras piramidales que, de manera irresistible, daban la sensación de ser artificiales.






Detalle de una de las supuestas caras esculpidas en Cydonia (Marte)



Región de Cydonia fotografiada en 1976 por la nave Viking

La polémica estalló. Los aprovechados de siempre hicieron su agosto con los ingenuos dispuestos a oírles ¿Caras y pirámides en Marte? ¡Pues claro! Ellos lo habían sabido de toda la vida. Estos sinvergüenzas sin paliativos tuvieron sus días de gloria contando sus consabidos embustes – cada cual contaba el suyo y no había dos iguales – y fueron acompañados por una prensa ávida de rellenar papeles con cualquier cosa por descabellada que fuera. La gente común, entre la que nos encontrábamos muchos románticos incorregibles como este humilde servidor, esperábamos en silencio los acontecimientos futuros con la certeza de que algún día se desvelaría la verdad y deseábamos que esta verdad fuera la soñada: que alguna vez existió en Marte una gran civilización que, tras haber tenido un glorioso apogeo de civilizadora interplanetaria, se extinguió dejándonos un legado que no había podido destruir el tiempo y que, de alguna forma, podría contribuir a explicar nuestro propio origen y el desarrollo de nuestras civilizaciones. Algo así como la leyenda de los dioses blancos de los indígenas americanos.

Aun así, los que estábamos hartos de que nuestros respectivos gobiernos estuvieran siempre tomándonos el pelo y ocultándonos de forma sistemática todo lo que fuera interesante, nos preguntábamos por qué la NASA había publicado estas fotos en contra de la costumbre ya establecida de que fuéramos los ciudadanos los que nos tuviéramos que encargar de buscar la verdad por nuestra cuenta burlando los férreos controles que existían – y existen – para aproximarnos a ciertas verdades. Como siempre, se nos ofrecieron explicaciones en las que nos dijeron que nuestras autoridades eran tan buenas que estaban dispuestas a dejar de lado el secretismo habitual para darnos a los ciudadanos toda la información y, también como siempre, muchos se lo creyeron.


Exactamente la misma región de Cydonia fotografiada en Abril de 1998

Lo que casi nadie sabía era que la NASA, agobiada de presupuesto por las misiones orbitales de los años ochenta, carecía de dinero para emprender aventuras interplanetarias y decidieron dar a conocer estas noticias explosivas para que la opinión pública presionara a favor de un incremento de fondos para la Agencia que hiciera posible seguir enviando naves espaciales a planetas de nuestro sistema solar, cosa que parecía bastante difícil entonces. El truco funcionó y, como reconocen hoy día algunos responsables de la NASA, ojalá hubieran existido pirámides y caras esculpidas en la superficie de Marte para poder ampliar los presupuestos hasta el infinito, pero la realidad era muy diferente.






Imágenes tridimensionales de la supuesta cara de la región de Cydonia (Marte)


La “cara” de Cydonia fotografiada en Abril de 1998

Con la correspondiente autorización gubernamental y los presupuestos a rebosar, se envía a Marte la nave Mars Global Surveyor, con idéntica misión de la Viking anterior pero, esta vez, dotada de las cámaras digitales más perfectas, de los medios de transmisión de imágenes más sofisticados y de suficiente autonomía para trabajar durante varios años. Y los resultados fueron espectaculares: la región de Cydonia, fotografiada de nuevo en Abril de 1998 y en muchas ocasiones más con los medios actuales, desde todos los ángulos posibles, con todos los espectros de luz visible y no visible, mostró su verdadera “cara” y, como era de esperar para regocijo de escépticos, todo aquello no era más que un informe montón de piedras, cráteres de impacto y formaciones geológicas explicables por causas naturales. Tan segura estaba la Agencia que tuvo el alarde de audacia de conectar a Internet en directo – o, al menos, eso dijo – las cámaras de la nave para que las fotos fueran conocidas a la vez por todo el mundo.

Pero los listos no podían rendirse. Ellos saben que cualquier persona al mirar una nube o cualquier forma irregular con muchos tonos y colores, puede creer ver en ella figuras familiares ¿Quién no ha jugado a ver formas en las nubes? ¿Por qué, si no, psicólogos y psiquiatras emplean a menudo el llamado test de Roschard? La Mars Global Surveyor sólo destruyó el mito para las personas con una cierta formación; para el resto, incluso lo alimentó para provecho de videntes, brujos, esoteristas y demás fauna estafadora. Las nuevas fotos, recordando lo que hemos dicho antes sobre las nubes, ponen en su sitio a casi toda la región de Cydonia, pero muestran otras formaciones geológicas que, según la luz, semejan cosas tan peregrinas como peces, caballos, serpientes y ¡hasta un retrato de la reina Nefertiti, esposa de Akenatón! Desde aquí, les invito a visitar las páginas de la NASA y otras afines en las que seguro encontrarán un buen repertorio de figuras muy divertidas. ¡Que ustedes lo disfruten!


El supuesto retrato de Nefertiti en Marte y su reconstrucción ideal, según los esoteristas.

domingo, 20 de abril de 2014

Pascua de Resurrección



(Fragmento de mi obra "Retablo de Resurrección"
Imagen: Charo Fernández Salmerón)

En la primera Espístola de san Pedro, capítulo tercero, versículos 18 y 19, se nos dice que:

“Pues también Cristo, para llevarnos a Dios, murió una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, muerto en la carne, vivificado en el espíritu. En el espíritu fue también a predicar a los espíritus encarcelados”

y añade en el capítulo cuarto que:

“Por eso hasta a los muertos se ha anunciado la Buena Nueva”

Un Muerto entre los muertos ha llegado
al reino de los muertos, anunciando
que la muerte no es muerte y demostrando
que un Humano a la muerte ha derrotado.

Un Muerto que es humano y que ha afrontado
la muerte como humano, señalando
lo que es inevitable, llega dando
la vida al ser humano desahuciado.

Un Muerto que da vida: un impensable
acertijo de Amor que Dios nos manda
y que muestra con ello su Clemencia.

Un Muerto, de la Vida responsable,
la senda de la muerte la desanda
mostrando la divina Omnipotencia.

El triunfo del enemigo en derrota se ha tornado: Ha muerto el Hijo del Hombre por insidias del Malvado. Mas esa muerte se ha vuelto en victoria que ha logrado un Hombre-Dios que su carne ha dado por los pecados de una humanidad caída; del Hombre ya desahuciado.

En el Reino de la Muerte, el Hombre-Dios se ha encontrado. Viene también como un Muerto, pero un muerto señalado para sacar a los muertos de la muerte del pasado. El Enemigo se aterra con su poder fracasado: Caído en su propia trampa, la muerte lo ha derrotado. La muerte del Hombre-Dios, que siendo Dios es Humano. Vencido su poderío, adora al Recién Llegado. Hace poco pretendía por su Dios ser adorado, cuando en figura de Hombre el Hombre-Dios fue tentado para que, sin sufrimientos, fuera por siempre alabado como Rey de un pobre Mundo; pero no un Mundo salvado, sino esclavo de poderes que de Dios eran extraños.

Hace tiempo el Enemigo, cuando el hombre fue creado, cegado por la soberbia, contra Dios se ha rebelado negándose a respetar lo que Dios hubo creado, que a los ángeles iguala y del polvo ha levantado. Un Príncipe, como era, tiene que ser respetado y será Dios el primero en respetar lo pactado. El mundo quedó en sus manos y se sintió abandonado aquel hombre desvalido que su Dios había expulsado de una tierra de delicias, condenándolo al trabajo y a sufrir las intemperies y a comenzar desde abajo. El Enemigo, contento: sangre y sudor sin descanso atenazaban al hombre, aquel hombre tan odiado por ser obra de aquel Dios donde se ve reflejado. Pero Dios, al expulsarlo, promete a aquel desgraciado que algún día la serpiente que lo había traicionado se quedará sin poder por obra de un Ser Humano.

Para Dios nada es el Tiempo, ya que es obra de sus manos. Infinitas recaídas dan razón al Adversario quien, como dueño del mundo, siembra traiciones y engaños a sabiendas que algún día su poder habrá acabado. Mientras tanto, se gloría en humillar al humano: Muerte, destrucción y miedo, sangre, lágrimas: esclavos. Así cobra su tributo quien a Dios ha traicionado vengándose en la figura que el propio Dios ha formado para ser su semejanza y él lo tiene esclavizado. Cree ser dios y demuestra que su poder es malvado aplastando a la semblanza de su Dios que ve lejano.

Mas recibe la visita de un pobre Crucificado que demuestra ser quien Es sin dejar de ser Humano. Siente el poder de su Dios y se arrodilla a adorarlo ¿Qué más le puede ofrecer? ¡No ha podido sobornarlo! ¿Qué puede ofrecer ahora al Dios que lo ha derrotado? Tiemblan las puertas cerradas ante aquel Recién Llegado quien pasea por su reino como Señor que ha ganado una guerra muy antigua, sin dejar de ser Humano. ¿Qué puede ofrecerle a un Hombre que no viene encadenado? Vencido por su Poder, el Enemigo humillado tiene que reconocer que aquel Hombre tan odiado es muy superior a él: Y como Dios se ha mostrado. Y como Dios ha venido sin dejar de ser Humano para ser reconocido y para ser adorado.

Os deseo a todos una feliz Pascua de Resurrección.

viernes, 18 de abril de 2014

ORACIÓN DEL VIERNES SANTO

Este conjunto de cuatro sonetos, uno suelto con estrambote y un tríptico, ha esperado veinticuatro años en mis archivos. Fue escrito en la Semana Santa de 1990 y creo que ya ha llegado el momento de publicarlo.

- MADRUGADA -

Ayúdame, Señor a que te ayude
y pueda ser un útil instrumento
Resguárdame, Señor, del fuerte viento
del mundo que provoca el que yo dude.

Ayúdame, Señor, porque no pude
ni supe soportar ese momento
en que mi fe, privada de tu aliento,
se pierde sin saber a dónde acude.

Ayúdame, Señor, que todo es vano
si no encuentro la senda tan secreta
que lleva hasta tu rostro soberano.

Ayúdame, Señor, que no respeta
el tiempo a quien es sólo un ser humano
y puedo desviarme de mi meta
al no sentir tu Amor a mí cercano.

- TARDE -

- I -

Dame permiso, Dios, para contarte
las cosas que al papel no le confío.
Que al hablarte, Señor, no siento el frío
que quiere de mi vida separarte.

Hazme cantor, Señor, para cantarte
un canto que se sienta tuyo y mío
y vuelva los pecados que yo expío
en versos para más glorificarte.

Dame fuerzas, Señor, para volverme
y entrar en el camino que a Tí lleva.
Y apure yo mis pasos al saberme
ganando, por tu Amor, mi vida nueva:
la vida que Tú quieres ofrecerme
a cambio del Amor que a Tí me eleva.

- I I -

No puedo, por tu Amor, estar callado
- dejar quieto el teclado descansando -
sabiendo que tu Gracia está regando
un mundo que te tiene relegado.

No quiero, por tu Amor, estar cerrado
a tanto bien que vienes regalando
sabiendo, como sé, que lo estás dando
a un precio que no puede ser pagado.

No debo, por tu Amor, seguir pensando
en cosas que de Tí me han apartado,
sino en tu Amor seguir perseverando.

Quiero poder estar por Tí guardado;
quiero abrirme al Amor que estás volcando,
quiero por Tí, Señor, estar salvado.

- I I I -

Rememoro, Señor, en este d¡a
lo que no puede ser ni concebido:
Sacrificar a un Dios, Hombre nacido,
para cumplir la antigua profecía
que Tú, con tu total sabiduría
hiciste al primer hombre, ya caído.
¡Qué cantidad de Amor que fue vertido
sobre quien tanto bien no merecía!

No necesito ver las Escrituras
para notar tu pulso tan cercano
trazándole el camino a tus criaturas
con la divina gracia de tu mano.
Y si por mí bajó de las alturas
mi Dios, en Él soy dios por ser humano.

domingo, 13 de abril de 2014

Islam atrasado. Cristianismo avanzado (Dedicado a Ana Moradillo)

He puesto adrede ese título para que le choque al probable lector y le pique la curiosidad; no para indicar que esa sea mi opinión sino, como siempre, para tratar de poner las cosas en su sitio.

Efectivamente, si nos ponemos a mirar los hechos tal y como acaecen hoy día, el título del hilo sería exacto de toda exactitud con las debidas excepciones que siempre hay por todas partes. Pero si nos tomamos la molestia de repasar la Historia nos daremos cuenta que ni el Islam ni el Cristianismo pueden arrogarse el derecho a tirar la primera piedra del progreso o el estancamiento. Pero seguid leyendo y tened paciencia, por favor.

El Islam nace en circunstancias difíciles allá por el siglo VI cuando un joven conductor de caravanas de La Meca se ve angustiado por dudas religiosas y se da cuenta que las comunidades de judíos y cristianos que vivían a su alrededor miraban con desprecio a los árabes politeístas. Para colmo, recibe el encargo de una viuda rica de llevar una caravana hasta Damasco. Al llegar allí, como hombre honrado que era, en vez de irse de juerga como sus compañeros de viaje se dedica a guardar las mercancías de su jefa mientras medita sobre sus dudas. Es allí también donde encuentra un monje cristiano que, en lugar de despreciar al pobre árabe salvaje, habla largamente con él y trata de instruirle en su religión. Por desgracia, nuestro hombre es analfabeto y no puede escribir ni leer los textos que el monje le ofrece, por lo que las explicaciones del susodicho monje añaden aun más confusión en la mente del viajero, quien ya apenas distingue entre las pocas enseñanzas judías que había podido conocer y las más rudimentarias aun nociones de cristianismo que trata de inculcarle el monje damasceno(1).

Vuelve, pues, el joven a La Meca con su misión comercial cumplida y confundido y cargado de dudas religiosas. Su jefa, consciente de que no iba a encontrar otro conductor más leal que él, quien se ganó por su lealtad el apodo de Al-Amín, no duda en proponerle matrimonio ni él en aceptarlo a pesar de que ella, Kadisha, contaba ya con cuarenta años y él, Mahoma, sólo con veinticinco. Hombre piadoso como era, le fue fiel hasta su muerte y hasta tuvo cuatro hijos de ella que fallecieron muy pronto.

Pero no nos desviemos del tema central del hilo y sigamos. Y sigamos teniendo en cuenta que nos hallamos en la tribal Arabia del año 595 de nuestra Era. A partir de ahí los acontecimientos se desarrollaron a gran velocidad histórica y antes de la muerte de Mahoma, acaecida el 8 de Junio de 632, Arabia era ya una nación con una sola religión, en lugar del conglomerado de tribus politeístas que fue hasta la llegada del Islam.

Nace esa religión en las circunstancias que acabo de explicar y rodeada del entorno histórico-social árabe de la época. No nos extrañemos pues que, al igual que el Cristianismo nace en el entorno judío de seiscientos años atrás, el Islam nace impregnado de usos y costumbres de la Arabia contemporánea. Y eso lo marcará para siempre.

El resto de la Historia es conocido. El Islam experimenta una tremenda expansión a costa de los restos abandonados del Imperio Romano o de los mal defendidos del Bizantino mientras que, en su avance, se va mezclando con culturas mucho más avanzadas que la del salvaje entorno en el que nació. No es de extrañar, pues, que hacia el siglo IX la cultura islámica represente la cima del pensamiento mundial. Cima que llega a su máximo esplendor en la Córdoba Omeya cuando se unen el genio de Damasco, altamente influído por Bizancio, con el genio hispano-romano, con el asombroso resultado cultural y artístico que conocemos.

Pero el Islam, en su superioridad cultural, llevaba en su seno la tendencia al aislamiento y esa fue su ruina. Una vez acabada su época de esplendor en la Península Ibérica volvió a caer en los usos y costumbres tribales de su origen, causa inequívoca de lo que ahora vemos.

En este momento debemos abandonar este asunto que ya retomaremos después para ocuparnos ahora del Cristianismo.

A diferencia del Islam, el Cristianismo nunca se aisló porque llevaba dentro el mandato de Jesús de predicar el Evangelio por todas partes. No obstante, no pensemos que en la época de Mahoma uno era superior al otro en materia cultural. El Cristianismo cargaba con toda la tradición judía de discriminación hacia la mujer, así como compartía con el Islam el Geocentrismo judío, del que no se desprendió hasta bien entrado el siglo XV a pesar de que la los griegos lo habían abandonado más de mil años atrás con Eratóstenes. Buenos ejemplos de ello los tenemos en san Pablo con sus comentarios despectivos hacia el género femenino o posteriormente, en la Patrística, cuando san Agustín afirmaba con todo desparpajo que el alma es insuflada en el feto humano a las dos semanas de su concepción.

Tampoco se libró el Cristianismo de hacer salvajadas propias del entorno social, cultural e histórico de los países en los que arraigó con fuerza. Sin hablar de las Inquisiciones europeas, basta con observar que la esclavitud persistió en los países cristianos hasta bien entrado el siglo XIX; así como las costumbres eclesiásticas mantenidas hasta el Concilio Vaticano II que quienes, como el que esto escribe, vio y vivió en primera persona. Si para muestra basta un botón, he conocido casos de mujeres con la cara morada a golpes que llegaban a su confesor en busca de ayuda y sólo encontraban un consejo de resignación. O el horror del llamado "débito conyugal" establecido hasta en el Derecho Canónico, por el que ninguna mujer cristiana podía negarse a mantener relaciones sexuales con el marido bajo penas canónicas severísimas. En fin, repasad vuestra memoria, hablad con vuestros abuelos o estudiad Historia como yo lo he hecho y veréis que las atrocidades actuales del Islam no estaban demasiado alejadas de las que, hasta ayer mismo en términos históricos, se cometían en los países cristianos. Por no mencionar el continuo terror al infierno azuzado desde los púlpitos.

Termino ya o eso pretendo. Los horrores como las ablaciones clitóricas no tienen cabida en los textos coránicos ni en los hadices de Mahoma porque son productos de costumbres tribales preexistentes a la llegada del Islam. Sí es responsabilidad islámica la supervivencia de las amputaciones y lapidaciones pero ¿acaso no se hacían esas cosas y otras peores en la civilizada Inglaterra de los siglos XVI y XVII? ¿Cómo acabó Urbano Grandier en la civilizada Francia de 1634? ¿Qué pasó en Salem, Massachusetts, entre 1692 y 1693? ¿Y en Francia entre los días 2 y 7 de Septiembre de 1792?

Y ya en tiempos más recientes ¿Quién no recuerda el horror de Sabra y Chatila en 1982 cuyas espantosas imágenes aun golpean mis ya cansados ojos? Pues fueron cristianos. A sueldo de Israel, pero cristianos.

Por favor; quien esté libre de pecado, tire la primera piedra. Los demás que se callen de una vez.


(1) Otros historiadores hablan de que sus nociones de Cristianismo fueron anteriores, pero no es éste el lugar para discutir tales aseveraciones.

Quiero hallar esa puerta que me lleve
al refugio secreto que me espera
y quedarme a vivir hasta que muera
muy a salvo del frío y de la nieve.

Quiero hallar esa luz que a mí me mueve
sin saber, sin pensar, ni tan siquiera
conocer el porqué ni la manera
de lograr que mi vida se renueve.

Quiero ver el camino que traía
ya trazado al inicio de mi vida
y saber la verdad de cada día.

Quiero ver esa luz que está encendida
y que alumbra la oculta poesía
de vivir sin que nadie nos lo impida.

jueves, 10 de abril de 2014

Curiosidades de la imaginería de Semana Santa.



Debo confesar que soy un sevillano atípico. Me marea el barroquismo y de joven me escandalizaba ante el derroche de boato y lucimiento de imágenes y pasos; así como no podía comprender -ni comprendo aun, salvo para alivio de costaleros- el acompañamiento musical de dichos pasos que siempre incluyen banda de cornetas y tambores para las imágenes de Jesús y banda completa para las de la Santísima Virgen. Con esto no quiero decir que sea iconoclasta ni ateo, sino que no me imagino tales elementos como representación de la Pasión y Muerte de Nuestro Señor más allá de las ganas de lograr un efecto estético que, queramos o no, es bellísimo si sabemos despojarlo de su sentido de tragedia y esperanza.

Pero no me voy a parar en la parafernalia barroca de respiraderos, palios, reposteros, llamadores, cirios, túnicas mantos, coronas, potencias, música... más el olor a incienso, azahar y cera que conforman la atmósfera mágica que envuelve estos irrepetibles desfiles y que los hacen tan atractivos con independencia de las creencias y religiosidad del espectador. Además, es de todos conocido que un buen porcentaje de los nazarenos que acompañan a las sagradas imágenes a la Catedral en sus caminos de ida y vuelta, son ateos confesos y lo hacen por seguir la tradición. Aquí pretendo sólo hacer una pequeña crítica de la imaginería clásica.



Para empezar, algo que sabe todo el mundo pero que, salvo el Cristo Sindónico del Profesor Miñarro -auténtica obra del arte realista de nuestro tiempo que os muestro- bien pocas son las imágenes que tienen los clavos colocados en las muñecas como era lo habitual en las crucifixiones. Todas las imágenes de crucificados tienen los clavos taladrando las palmas de las manos, circunstancia que no hubiera permitido sostener el peso de ningún cuerpo colgado en una cruz. Y en eso tenían sobrada experiencia los romanos.


Pero hay algo que no se conoce demasiado. En la iconografía tradicional se representa a Jesús con la Cruz a cuestas con el Divino Reo portando sus dos palos. Esto es un error de bulto porque, de ser así, obligaría a los sayones a hacer un agujero en el suelo, elevar luego la Cruz con el peso adicional del Condenado, colocarla en su sitio y apisonar la tierra alrededor. Hay que tener en cuenta que este tipo de suplicios terminales y especialmente sádicos estaba encargado a unos pocos individuos capaces de llevarlo a cabo sin desmayarse y no había demasiados soldados dispuestos a ello; así que la técnica era muy diferente:

En el lugar de las ejecuciones ya existían los palos verticales dispuestos desde hacía tiempo (Monte de las Calaveras; por algo se le llamaría así) Los reos cargaban sólo con el palo transversal, la cruceta o cruz, a la que eran clavados por las muñecas una vez llegados al pie del palo del que iban a ser colgados. Una vez hecha tan repugnante operación del clavado, un par de hombres fuertes izaban al condenado hasta que el travesaño quedaba fijado en la parte superior de dicho palo vertical o en alguna entalladura o saliente del mismo si la ejecución se hacía sobre un árbol. Sólo quedaba entonces clavarle los pies a un soporte de madera que también ya estaba fijado al repetido madero vertical, operación que se solía hacer con un solo clavo forzando la postura de los pies del ajusticiado.

Otra cosa más que llama la atención en la iconografía clásica es el perisoma o paño de pureza. Simplemente no existía. Los romanos exponían desnudos a los crucificados, ya que uno de los objetivos de tal tormento era someter a la víctima al escarnio y vergüenza públicos. Ni el puritanismo judío pudo con tan sádica costumbre. Probablemente, Jesús murió completamente desnudo en su Cruz.

Bien, pues ya podemos mirar con algo de pena la imagen de Simón de Cirene ayudando a Jesús a llevar su Cruz. El pobre Simón no lo ayudó, sino que fue obligado a llevarla entera él mismo porque el Divino Reo ya agonizaba por el camino tras la espantosa paliza de su flagelación. Y el centurión se estaba dando cuenta que no llegaba vivo al Gólgota y que iba a privar del espantoso espéctaculo al populacho que reclamaba el suplicio.

Sigo sacándole los colores a la iconografía, ateniéndome a los textos sagrados de manera escrupulosa. Y ahora le toca el turno a la Verónica. Curioso personaje del que no hay ni rastro en los Evangelios canónicos y sí en los apócrifos. Os invito a buscarlo y en parte alguna aparece ninguna piadosa mujer que enjugue el rostro del Señor camino del Calvario. Sí de muchas que se lamentan ante su desgraciado aspecto y su atroz destino. Sin embargo, la existencia de Verónica es tomada casi como dogma de fe y aparece un poco por todas partes cuando se relata el camino al Calvario. Curioso también su nombre que parece proceder, bien de "Vera Iconia" (verdadera imagen) o de Berenice, nombre frecuente en la zona y en la época y que hasta le costó un disgusto a Tito treinta y tantos años después. En cualquier caso, al no aparecer en los textos oficiales me da pie a pensar que fue sólo una piadosa invención sin más motivo que el de presumir alguien de poseer una verdadera imagen de Jesús.

domingo, 6 de abril de 2014

Sentir, pensar, vivir...


Buscando la razón del sentimiento
sólo encuentro el sentir y no razono,
pero en este sentir yo me abandono
porque vivir es todo sentimiento.

Buscándole sentido al pensamiento
me encuentro que el pensar que yo pregono
es vida artificial fuera de tono
y sólo es el vivir lo que yo siento.

Sentir, pensar, vivir ¡Cuanta osadía,
si ni siquiera sé ni cómo existo
ni si mi propia vida es fantasía!

Vivir, pensar, sentir lo que no he visto
es mi razón de ser, es la alegría
que me hace resistir lo que resisto.

martes, 1 de abril de 2014

Ahí me las den todas

Me ha resultado imposible rastrear el origen de la frase porque se le atribuye a muchos personajes históricos. Pero ya Cervantes alude a ella en la carta que le escribe Teresa Panza a su marido cuando se entera que ha sido nombrado gobernador de la Ínsula Barataria; así que deduzco que era muy conocida y empleada desde muchos años atrás.

Pero no es el origen lo que me importa en este caso, sino su significado y moraleja. Y a eso le voy a dedicar esta entrada del blog con más de una semana de retraso respecto a los hechos que me obligaron a reflexionar sobre la famosa frase. Mi justificación es que no me gusta juzgar en caliente porque puedo decir cosas de las que quizá me arrepintiera. Creo que ya ha llegado el momento de hablar del asunto que nos ocupa.

Cuentan que hace muchos años, un representante de la autoridad que podría ser un alguacil, un alcalde o hasta un embajador, se llevó un par de bofetadas en el ejercicio de su misión. El maltratado funcionario se presentó ante el Rey a quejarse diciéndole que esas bofetadas tenían el mismo valor que si se las hubieran dado al Rey en persona. Ante la situación, el Soberano contestó con su pizca de guasa no exenta de mala leche:

-Pues ahí me las den todas.

Ahora voy a la moraleja. Resulta cuando menos vergonzoso que los que dicen llamarse representantes del pueblo se escuden en funcionarios para que reciban las bofetadas metafóricas o reales. En este caso ha saltado mi indignación ante los vergonzosos acontecimientos del pasado 22 de Marzo en Madrid cuando los poderes públicos mandaron a la Policía a enfrentarse con una horda de energúmenos filoterroristas de lo más violento que se fabrica sin llegar al uso de bombas o armas de fuego. Para mayor ignominia los mandos les prohíben hacer uso del material antidisturbios a fin de que los policías fueran debidamente masacrados por la turba infame que, encima, se jactó de ello y fue jaleada por otros políticos de la especie que la azuzó.

¡Ahí me las den todas! Pensaron estos malnacidos desde sus despachos cuando vieron a los funcionarios heridos y alguno hasta con la cabeza rota. Los ufanos vándalos se crecieron y desde las distintas maf... -¡perdón!- quise decir partidos políticos, se entabló el habitual cruce de acusaciones de despacho a despacho y de periódico a periódico, a sabiendas de que la cosa no iba a llegar a ninguna parte.

Pues bien. Es mi deber hablar y hablo desde este modesto rincón; este débil altavoz que apenas se oye, pero que es el único que tengo aparte de mi voz en las cutres ágoras en las que me muevo.

A ver cuándo empezamos a darnos cuenta que no es a los funcionarios de Policía a quienes hay que perseguir, apalear, vejar, maltratar, escupir, putear y cosas peores. Ellos son tan desgraciados como los demás y están ahí jugándose la vida para cobrar un sueldo nada generoso. Si alguien quiere desahogar sus instintos asesinos, tiene blancos de sobra entre los miembros de dos parlamentos nacionales, diecisiete autonómicos, cincuenta diputaciones, miles de ayuntamientos de derechas, izquierdas y catetos llamados nacionalistas; más miles y miles de asesores digitales, chupópteros, mangantes, jaleadores y "agradaores" de estos señoritos de la casta parásita.

Cuando un centenar de ellos se vean en las circunstancias de los policías heridos del 22 de Marzo, empezarán a pensárselo. Y, también, a ver cuándo despertamos de una vez y los mandamos a todos a picar piedras de sol a sol, a pan y agua, para dejar Despeñaperros liso cual tabla de planchar. Falta hace.

Dixim!