Visitas

lunes, 30 de junio de 2014

-UNA HISTORIA DE MIEDO- Relato de una estafa de proporciones históricas (III)



EN BUSCA DE NUEVAS FUENTES DE TERROR.

Con la apertura mental que supusieron las conclusiones del Concilio Vaticano II, más la caída del Bloque Comunista, ya no se podía recurrir ni al temor del Infierno ni al Temor Rojo. Pero los dirigentes mundiales sabían que es muy difícil mantenerse viviendo como duques renacentistas a costa de la gente si no es a costa del miedo.

-¿Qué hacemos ahora?- se preguntaron los poderosos. Ya no tenemos una URSS para aterrorizar a Occidente ni un malvado Tío Sam para hacer lo propio con Oriente. Habíamos creado una perfecta maquinaria muy bien pagada por la URSS para difundir todas las mentiras que se nos antojaran. La maquinaria seguía operativa y está en espera del mejor postor, ya que la Rusia resultante de la disgregación de su imperio no podía mantenerla en ese momento ¿Quién se hace cargo de los sobornos y del pago de noticias sesgadas en los medios?

Estuvo más que claro quién toma el relevo de la manipulación de noticias. Lo hace quien tiene dinero de sobra procedente de esquilmar nuestros bolsillos con el petróleo. El mundo entero se las prometía felices con la caída de la URSS ¡Qué equivocados estábamos! A partir de ese momento, en vez de una fuente de miedo íbamos a tener dos. Uno real y otro más falso que un euro de madera, pero más efectivo aun de lo que antaño fue el miedo al Infierno.

El real procede, precisamente, de los que manejan el dinero de los sobornos a los medios. El peligro es tan grave que hasta emplean más dinero aun en dispersar nuestra atención para que no nos fijemos en las verdades que ya denunciara Oriana Fallaci. Y Occidente haciéndoles el juego de manera suicida a quienes tienen como objetivo destruir la única civilización digna de ese nombre. Claro que, en ese sentido, los poderosos no tienen nada que perder y sí mucho que ganar tolerando o alentando todas estas canalladas.

Miedo real, tangible, justificado perfectamente sobre todo a partir del 11 de Septiembre de 2001(1). Y miedo inventado para tapar el real y desviarnos la atención. Se trata, en definitiva, de tenernos engañados y esquilmados ante una amenaza de la que no sabemos cómo defendernos. La amenaza real que supone el Islam para la civilización tiene nombres y causas muy bien definidas. No basta con ella para aterrorizar con el miedo a lo desconocido, a lo más grande e inabarcable. Un miedo que, de paso, haga que volvamos los ojos hacia los poderes públicos y éstos nos cuenten la mentira más gorda para que, al sentir explicadas sus causas, confiemos en que podemos salvarnos al ponernos en sus manos.

La idea de inventarse un proyecto global común para unirnos a todos bajo un mismo terror quizá provenga de algo que ocurrió hacia 1987 cuando se dio la voz de alarma sobre el debilitamiento de la capa de ozono sobre los polos terrestres. En muy poco tiempo se dictaron severas normas para prohibir el uso de gases CFC (clorofluorocarbonos). Normas que ni de lejos todos los países cumplieron pero, de manera desconocida(2), estas capas de ozono se fueron recuperando hasta llegar a niveles que -nos decían- ya podían protegernos de las catástrofes apocalípticas pronosticadas. De una u otra forma, el peligro había pasado; pero ya le había indicado a los políticos el camino a seguir. La gente, en general, había dado por bueno que unos pocos países hubieran cambiado esos gases por otros más caros e ineficientes, a cambio de no sufrir las devastadoras consecuencias anunciadas. Alguien se puso las botas con este cambio y, de paso, arruinó a sus competidores fabricantes de gases industriales.

Pero eso no bastaba. El supuesto peligro estaba conjurado y había que buscarse otro, mayor y con menos probabilidades de desaparición a corto plazo. El pueblo aterrado es más dócil con sus dirigentes y éstos, a su vez, pueden rendir cuentas más saneadas a sus amos.

Miedo, miedo y miedo. Esa era la clave.

El éxito del terror al debilitamiento de la capa de ozono dio la clave para seguir por ese camino u otro parecido. Hacia el tercio final del siglo pasado se produce el auge de los movimientos ecologistas. Un auge tan grande que nos hizo sospechar a muchos que había montones de dinero tras esos movimientos para hacerlos arrancar y que, una vez consolidados, ya no era necesario alimentarlos desde la oscuridad de los despachos porque millones de personas de buena fe aportaban fondos para su mantenimiento(3)

En otro orden de cosas, se producen oleadas de huelgas de los mineros del carbón de Gran Bretaña que incluso alguna de ellas logran la dimisión de un primer ministro. Hasta que llegó Margaret Thatcher y no pudieron con ella. También, en Estados Unidos, surge un vicepresidente que no quería conformarse con hacerse rico, sino que también quería hacer ricos a sus biznietos. Y lo consiguió. Pero esto es asunto de la siguiente entrega.

............................................

(1)Caída de las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York.

(2)Está muy claro que a la Naturaleza le sobran recursos para defenderse. Véase el caso del atolón de Bikini que, en cuanto se levantó la prohibición de visitarlo por el miedo a la radiación nuclear, se vio que la vida era mucho más numerosa y variada que antes de los ensayos atómicos. Eso no lo cuentan los ecologistas a sueldo de Arabia. Tarde o temprano ocurrirá lo mismo en Chernóbil.

(3)Debo aclarar que soy el primer interesado en conservar y mejorar la Naturaleza. Pero de ahí a preferir la preservación de las ballenas a la protección del ser humano va un abismo. De paso, aclarar que me río sin misericordia de quienes sostienen que vale lo mismo un ser humano que una foca o un rinoceronte. Quizá los mantenedores de esos absurdos tengan razón si piensan en sí mismos.

sábado, 28 de junio de 2014

-UNA HISTORIA DE MIEDO- Relato de una estafa de proporciones históricas (II)



UN INTENTO DE LIBERACIÓN DEL MIEDO

En ese estado de cosas estaba el mundo. La sociología dominante consistía en aterrorizar y someter a continua tensión a un indefenso pueblo inconsciente de los manejos de los poderosos. Aquellos pocos que se daban cuenta eran exterminados sin piedad con cualquier pretexto o, simplemente, marginados de la sociedad aborregada que los tachaba de locos. Con la llegada del siglo XX, la revolución de Octubre de 1917 en Rusia sustituyó el tiránico poder de los zares y los popes por el más tiránico aun de los soviéticos. Y, paulatinamente, muchas naciones se fueron sumando a ese bloque por las buenas o por las otras.

Tanto en Oriente como en Occidente, el control del exceso de población también contribuía al mantenimiento del miedo. Inventándose enemigos o, como consecuencias de regímenes políticos delirantes, las continuas guerras diezmaban constantemente la aterrorizada población. Las dos guerras mundiales dan buena prueba de lo sencillo que era desprenderse del exceso de gente(1) y evitarse problemas. Los poderes políticos y religiosos, si los había, se apoyaban mutuamente en esa infame tarea.

Pero algo estaba ocurriendo a fines de la II Guerra Mundial. Sin saber cómo, en Occidente, poco a poco la gente de a pie y los sacerdotes de base se empezaban a dar cuenta de este infernal juego. Es posible que la propaganda(2) soviética contribuyera bastante a concienciar a la gente cuando, tratando de llevar el agua a su molino, al menos tuvo el efecto positivo de hacer reflexionar sobre las diabólicas políticas mantenidas desde el principio de la Historia con la alianza de todos los poderes a fin de seguir viviendo a costa del sufrido pueblo.

Miedo, miedo y miedo. Esa era la clave.

Avanzaba el tiempo. Las comunicaciones evolucionaban y cada vez era más difícil aislar a un pueblo para engañarlo constantemente. La información más efectiva -el boca a oído- hacía su trabajo y, tanto en Oriente como en Occidente, nos estábamos dando cuenta de los sucios manejos de los poderosos de siempre. No había manera de parar aquella oleada que se establecía de manera tan firme. Para colmo, la Iglesia toma cartas en el asunto con el audaz golpe de mano que supuso la convocatoria del llorado Papa san Juan XXIII del Concilio Ecuménico Vaticano II.

Aquéllo fue memorable. Fue el primer Concilio de la Historia de la Iglesia en el que sus conclusiones finales no consistían en una larga y aburrida lista de anatemas. Por el contrario, estas conclusiones eran verdaderos cantos de esperanza, de fe en la Humanidad y de invitaciones a abandonar el miedo que nos atenazaba ¿Fue perfecto? Pues creo que no porque, como obra humana, no podía ser perfecto. Y aun sin serlo logró sentar las bases de lo que vendría después, tras el no muy grato recuerdo del reinado de Pablo VI.

Pero los poderes que seguían y siguen controlando el mundo, tras la desafección de la Iglesia Católica a sus mandatos, no renunciaban a seguir con sus tropelías. La fallida guerra de Vietnam, ejemplo de canallada traspasada de Francia a los Estados Unidos, seguía recordándonos a todos que la clave de todo era mantener el miedo. En éstas, fallece Pablo VI el Pusilánime, sube al solio pontificio Juan Pablo I con ansias reformadoras y, tras morir por descarado envenenamiento, llega de Polonia Juan Pablo II a la silla de san Pedro.

Miedo, miedo ¿Miedo? ¿Quién dijo miedo? Y cayó el muro de Berlín.

....................................


(1)Como dijo el General Merry Gordon al principio de nuestra ¿Democracia? "Las guerras son necesarias para evitar el paro. Las naciones son como las dehesas y hay que desconejarlas de vez en cuando"

(2)Es curioso que la palabra propaganda, popularizada por los regímenes comunistas, la tomaran del latín eclesiástico y del nombre de una fundación jesuita de 1622 llamada Propaganda Fide. (Por favor, señores latinistas, ya sé que el genitivo es Fidei pero la fundación se llamaba así)

jueves, 26 de junio de 2014

-UNA HISTORIA DE MIEDO- Relato de una estafa de proporciones históricas (I)



DIOSES Y DEMONIOS.

Desde que el ser humano se organizó en comunidades y eligió -o les fueron impuestos- jefecillos, jefes y jefazos, esta casta dominante se dio cuenta muy pronto de la veracidad del refrán: "El miedo guarda la viña". Y a ello se dedicaron con todas sus fuerzas, a sabiendas de lo rentable que resulta mantener en vilo a una sociedad más o menos aterrorizada. Cuando, ante el ingenio de la gente, no surtían demasiado efecto los arrestos, torturas y ejecuciones más o menos legales y judicializadas, hubo que echar mano de otras cosas menos tangibles; y estos jerarcas usaron el terror divino. Hasta hubo muchas civilizaciones que exigían tirar a niños al fuego de los templos para aplacar a los dioses. Por no hablar de las ya tardías hecatombes que organizaban los mayas, incas y aztecas, a la menor ocasión para que el sol siguiera saliendo todos los días.

Miedo, miedo y miedo. Esa era la clave.

El miedo era y es rentable. Cayeron aquellas civilizaciones y llegó el momento de organizarse de otra manera. En Oriente, la extrema crueldad de los dirigentes con la población bastaba para tenerlos aterrados y manteniendo una legión de parásitos que vivían maravillosamente bien a costa del hambre de sus administrados. En cambio, en el Occidente romanizado había que buscar otras maneras para intentar compaginar una apariencia de civilización y libertad individual con el imprescindible miedo, necesario para seguir manteniendo en sus lugares de privilegio a la casta de parásitos de siempre. Y para ello, la Iglesia jugó un papel esencial a partir de Constantino.

Así fue. Con altibajos, la Iglesia fue copando más y más poder civil. Y cuando no bastaba ese poder civil ayudado por las fuerzas armadas, siempre se podía seguir aterrorizando con el fuego del infierno que esperaba a los malos súbditos que osaban rebelarse contra el poder de jefes, jefecillos, jefazos... y obispos. Fue intentado -y logrado en muchos casos- hasta anular el pensamiento libre y así los confesores se emplearon a fondo en escudriñar hasta el último rincón de las conciencias en busca de indicios de desafección al orden establecido. Aunque me apresuro a decir que todos estos eclesiásticos no eran más que inconscientes peones de brega de los verdaderos poderosos que, a su sombra, vivían la mar de bien riéndose del pobre pueblo al que mataba de hambre para pagar sus lujos.

Pasaron los años y los poderes civil y eclesiástico seguían reforzándose mutuamente. Hubo algún conato de rebeldía en la América recién descubierta ante los abusos de siempre, con mención especial a las críticas de los predicadores de Santo Domingo quienes, con riesgo de sus cargos y bienestar personal, plantaron cara a los encomenderos que explotaban sin escrúpulos a los indios tratándolos como ganado. Tampoco puedo olvidar aquí la heroica actuación de los jesuitas con sus misiones o "reducciones", como las llamaban entonces, tan magistralmente descritas en la película La misión. Salvo esos casos, en la civilizada Europa la clave siempre era la misma:

Miedo, miedo y miedo(1).

El inexorable tiempo seguía cambiando y el concepto de civilización iba avanzando. Tras la invención y desarrollo de la imprenta que permitió a Lutero la rápida difusión de sus ideas y, con ello, el debilitamiento de aquella ciclópea estructura de inamovible poder, las ideas de libertad se iban abriendo paso penosamente entre los entresijos de una y otra religión. Pero, todo hay que decirlo. La movida de Lutero propició lo mismo o algo mucho peor de lo que pretendió evitar y los nuevos eclesiásticos reformados fueron los primeros en uncirse al carro del poder. Y así fue. Las quemas indiscriminadas de herejes, supuestas brujas y desafectos al poder, alcanzaron en el Reino Unido y Europa Central cientos de miles de víctimas mortales sin contar con otros millones de torturados por capricho. Ante esas cifras, los cinco mil represaliados por la Inquisición Española son una mera anécdota; eso sí, amplificada hasta la extenuación por la Leyenda Negra y creída por los millones de necios e ignorantes que tenemos en nuestra propia España. Véase mi obra Otra Historia de las Religiones o, si quieren ser mucho más rigurosos, la obra del hispanista Henry Kamen titulada La Inquisición Española(2).


.....................................

(1)Que se lo cuenten a Miguel Servet en su encuentro con el sinvergüenza de Calvino en Ginebra. Por una apuesta de taberna de fin de semana cruzada entre Calvino y sus amigotes, fue quemado vivo en aquella civilízadísima ciudad para vergüenza eterna.

(2)Como ya he repetido hasta la saciedad, la Inquisición Española jamás creyó en la existencia de las brujas y las trataba como a pobres locas. En la obra Las brujas de Zugarramurdi, de Julio Caro Baroja, se aclara muy bien este concepto. Las escasas quemas de brujas que hubo en España siempre fueron obra de una justicia civil al mando de alcaldes catetos.

miércoles, 25 de junio de 2014

-TRÍPTICO-

Cuando los sabios me enseñaron a razonar con la fría mecánica que quiere explicar todos los acontecimientos, yo contesté:

-Os asiste y sobra la razón, sabios; pero hay más cosas que no véis. Permitidme tratar de decirlo a mi manera.

................................

No sé cómo empezar si no es diciendo
que vivo en la esperanza descansando
y me ayuda a vivir seguir soñando
que mañana estaré quizás viviendo.

Vivo, por decir algo, manteniendo
que no hay lógica alguna sustentando
la vida que te arrastra y va pasando
haciéndote sentir que estás sintiendo.

Pero la vida sigue su sendero
y no puedo parar, pues no se deja
el ser profundamente verdadero.

Es la esperanza fiel que no se aleja
por no perder de vista lo primero,
que es el Amor de Dios que se refleja.

................................

Si busco la raíz de la existencia
no encuentro más que vanas expresiones.
Ni los más grandes sabios con sus dones
se atreven con la entraña de esa ciencia.

Se encuentra la raíz en la vivencia
y no se pueden dar explicaciones
del existir, sin más; sin dar razones
que pasen un tamiz de inteligencia.

Mas ¿para qué saber, si ya tenemos
las claves en vivir siendo conscientes
de algunas pocas cosas que entendemos?

Sepamos disfrutar nuestros presentes
y compartir las luces que ya vemos
brillar en cada ser, siendo vivientes.

...................................

Se encuentra desarmado el intelecto
ante una sinrazón tan exigente
como la de vivir y estar presente
en el divino plan y en su proyecto.

No encuentra relaciones causa-efecto
que expliquen lo que siempre es aparente
porque la realidad no es consecuente
con nuestra concepción de lo perfecto.

La Ciencia ha marginado a la primera
causa de su porqué, de su existencia,
de su razón de ser y ser sincera.

Mas hay otro motor que no es la Ciencia,
que mueve, que fascina y que se esmera
en demostrar que hay otra inteligencia.

(Dedicado a los ocultistas de buena fe que sé que leen este blog)

sábado, 21 de junio de 2014

-1462. LOS CATALANES OFRECEN SU CONDADO AL REINO DE CASTILLA-

En estos tiempos de falsas convulsiones creadas por malos políticos para su medro personal, no está de más recordar un hecho histórico desconocido u olvidado por la inmensa mayoría de los españoles. Me refiero a una decisión tomada por el Consell de Cent de Barcelona allá por 1462 cuando reinaba en Aragón, Navarra y Valencia -y por tanto en Cataluña- el Trastámara Juan II, nieto del también Trastámara Fernando llamado el de Antequera.

Pocos años antes, en 1454 había subido al trono de Castilla otro Trastámara de no muy buen recuerdo y que reinó durante veinte años con el nombre de Enrique IV, alias el Impotente(1). Así que tenemos a dos parientes cercanos en los tronos de los reinos más importantes de la Península; con perdón de los portugueses.

Como todos sabemos, en Aragón existe un Condado autoascendido a Principado sin príncipe desde la muerte de Carlos de Viana y que nunca se ha sentido a gusto dentro de una entidad política de mayor envergadura si no es mangoneando a su antojo en las decisiones y los dineros de esa entidad superior. Una constante histórica compartida por un señorío que está algunos pocos kilómetros al oeste y que ahora, ambos plantan cara de nuevo con toda su crudeza, aprovechando lo que ellos toman por debilidad española. Está por ver el éxito de estas intentonas aldeanas. Pero no voy a hablar de la historia actual, sino de cosas que pasaron a finales de la Edad Media.

Nos habíamos situado pasando la mitad del siglo XIV y diremos que los llamados payeses de remensa estaban hasta la barretina de los llamados "malos usos(2)" o derechos abusivos de los señores sobre los trabajadores de sus tierras; derechos que han dado lugar a tantas crueles y verdaderas historias. Estos payeses estaban directamente enfrentados a los nobles y a la burguesía urbana, quienes tenían en la perpetuación de esos malos usos una excelente manera de seguir viviendo sin dar un golpe. Así las cosas, aunque explicadas de una manera muy elemental, viendo que el Rey de Aragón apoyaba a los payeses en contra de las oligarquías catetas de la época, éstas deciden sublevarse y se organiza una miniguerra civil en Cataluña que dura hasta 1472 y en la que no se registran represalias por parte del bando vencedor.

Pero lo chusco del asunto, si lo vemos con la óptica actual en la que se nos quiere hacer creer que Cataluña siempre ha estado enfrentada con Castilla, es que el año 1462 el Consejo de Ciento ofrece el Condado de Barcelona nada menos que al Rey Enrique IV de Castilla(3). Enrique, no muy espabilado, acepta al principio pero se ve acosado por su primo Juan II y aprovecha los buenos oficios de Luis XI de Francia para salir del atolladero y renunciar a la oferta a cambio de recibir para su Reino la ciudad de Estella.

Se acaba aquí el casi desconocido episodio que podría haber convertido a Cataluña en un condado más de Castilla. Los burgueses catalanes aun harían otras ofertas a seres tan variopintos como el conde Pedro de Portugal y, a su muerte en Granollers en 1466, a Renato de Anjou quien, tras algunos éxitos iniciales de su hijo Juan de Lorena, vuelve a hacer el ridículo ante las tropas de un Juan II de Aragón que estaba ya hasta la corona de tanto señorito levantisco.

Al final, como todos sabemos, ganó el bando real y Juan II buscó fortalecerse buscando el apoyo de Castilla con el conocido resultado de la boda entre su hijo Fernando y la joven Isabel. En 1472, una Barcelona sitiada se rinde tras la promesa, cumplida luego, de una amnistía general por parte del Rey Juan II de Aragón.

No me vengan ahora los separatistas a contarme cuentos de hadas. El resto, como me gusta decir, es otra historia.

............................................

(1)Para más detalles sobre la vida de Enrique IV de Castilla, su impotencia más o menos real, el nacimiento de su hija Juana, llamada injustamente la Beltraneja, así como el poco aprecio que el pueblo sentía por él, recomiendo la lectura de la obra Enrique IV de Castilla y su tiempo, que escribió hace muchos años don Gregorio Marañón.

(2)Los llamados "malos usos" de la epoca eran los restos de los derechos ancestrales de los señores feudales europeos. Castilla, la más civilizada -y con mucho- de la Europa de la época, jamás los tuvo en sus códigos y los pocos casos que se dieron fueron rápidamente abortados por sus reyes. En cambio Aragón, más influida por Europa, los mantuvo hasta la llegada de los Trastámara. Estos malos usos eran muchos pero, para hacernos una remota idea de los abusos que amparaban, describiré sólo tres de ellos.

-Derecho de cogunda. Es lo que el común de la gente conoce como derecho de pernada. El derecho de pernada sólo es el derecho del señor feudal a recibir una pata o pernil de cada res sacrificada en sus dominios. En cambio, el de cogunda es derecho del señor a desvirgar a todas las recién desposadas con sus súbditos. El verdadero derecho de pernada sí se aplicó en Castilla y los señores eran felices comiendo jamón; el de cogunda ni se les pasaba por la cabeza so pena de ser decapitados por el Rey.

-Sujeción a la tierra. El payés de remensa o campesino, sólo podía ausentarse de las tierras que le habían sido asignadas para trabajar, con el permiso del señor y pagándole una indemnización astronómica.

-Incendio, sequía, pedrisco y otras calamidades naturales. El payés tenía que indemnizar al señor si la cosecha no era la estimada.

Como es natural, estos malos usos estaban encaminados a someter, esclavizar y humillar al payés. De ahí las revueltas y de ahí la resistencia de nobles y burgueses a abandonarlos.

(3)Eso no lo cuentan los panfletos sectarios que estudian los niños catalanes en sus avanzadísimos planes de enseñanza. Ni lo contarán, claro.

martes, 17 de junio de 2014

-EL SONETO DE HOY-

Intento la expresión de lo inefable,
como intentamos todos en la vida.
Hay algo muy adentro que no olvida
la sed de saber más de lo innegable.

Pretendo sólo hablar lo razonable,
pero no encuentro nunca la salida
si pienso con el alma prevenida
pidiendo a la razón lo criticable.

Intento lo que intento: lo imposible;
lo que intentamos todos y fallamos
cuando intentamos ver lo no visible.

Pretendo describir cómo intentamos
contar un sentimiento indescriptible
y me dice una voz: "Pues porque amamos"

lunes, 16 de junio de 2014

-ENDOGAMIA ZOOLÓGICA EN EL ARCA DE NOÉ-

De pequeño siempre me gustaron los animales y me siguen gustando. Soy un fan apasionado de los gatos y también me encantan los perros, aunque los vea un poco tontos a los pobres: Les pierde su fidelidad, concepto que el gato también tiene, pero a su manera.

Pero no me voy a extender sobre mis aficiones y sólo he puesto este preámbulo para contar que, ya desde mi más tierna infancia me contaron que no se pueden dejar procrear a animales hermanos porque su descendencia tenía muchas posibilidades de nacer con alguna tara(1) y que, por supuesto, a la larga era muy difícil que sobreviviera a largo plazo esa línea de descendencia. Por eso me sorprendí mucho cuando ya, en el colegio, me contaron la historia del Arca de Noé diciéndome que allí embarcaron una pareja de animales de cada especie. En mi mentalidad infantil aquello me parecía una aberración y, ante mis preguntas, siempre me salían con la misma monserga del milagro(2). Pero, cuando ya en la preadolescencia leí la Biblia, descubrí que la versión era muy distinta a la que me habían contado.

Sorprendentemente, fuera del Libro Sagrado no he encontrado ningún texto que contara la versión bíblica y todos repetían como loros la historieta de la única pareja de animales de cada especie. Parece como si los exégetas, esos seres cuyo destino es el de meter la pata interpretando lo no interpretable, fueran los primeros en no creerse nada de lo descrito en la Biblia. Hacían casi bien en este caso porque el relato del Diluvio no es más que una adaptación de parte de la sumeria epopeya de Gilgamesh que, con toda seguridad, pudieron conocer los israelitas en su exilio babilónico de los siglos VII y VI anteriores a nuestra Era, época en la que se dio la forma definitiva al texto del Génesis incorporándole este pasaje y despojándolo de algún que otro misterioso personaje como el famoso Enkidú, una especie de yeti o bigfoot que acompañaba a Gilgamesh a todas partes.

Pero no nos desviemos del tema central.

El autor o autores del Génesis podrían estar atrasados científicamente, podrían creer en cosas que ahora nos suenan a puras patrañas como, por ejemplo, las serpientes parlanchinas. Podrían ser cualquier cosa, pero no eran tontos. No eran tontos y sabían, igual que todo el mundo, que una sola pareja de animales de cada especie aseguraba que en unos pocos años no iba a quedar vivo ningún ejemplar de esas especies. Por degeneración, simplemente. Por eso, el relato bíblico se cura en salud cuando dice (Gén. 7: 2,3)

"2 De todos los animales puros toma dos setenas, machos y hembras, y de los impuros, dos parejas, machos y hembras. 3 También de las aves puras dos setenas, machos y hembras, para que se salve su prole sobre la haz de la tierra toda"

Lo que no explica el texto sagrado es cómo Noé sabía cuáles eran animales puros e impuros mucho tiempo antes de que se definieran en el Éxodo y Deuteronomio.

En resumen: Que el relato no tiene por dónde cogerse, pero así se ha escrito y los exégetas han demostrado ser más incrédulos que los incrédulos. De incestos y endogamias en humanos está la Biblia hasta las tapas. Sin ir más lejos, pocas generaciones después, las dos hijas de Lot concibieron y parieron retoños de su propio padre.

Son curiosidades de la Biblia.

.........................................................

(1)A la vista de tanto idiota suelto que anda por estos mundos, me pregunto a veces si no será debido a la endogamia.

(2)Eso de los milagros es muy socorrido y se presta a solucionarlo todo.

sábado, 14 de junio de 2014

-EL FIN DE LOS TEMPLARIOS EN ESPAÑA-



Cruz, lema y sello templarios. El lema dice: "Non nobis, Domine, non nobis. Sed nomini tuo da gloriam" (No para nosotros, Señor, no para nosotros. Sino para tu nombre sea la gloria)

Empiezo diciendo que este artículo podría llamarse El fin de la Orden del Temple en España, pero me niego a llamarle Orden del Temple porque su verdadero nombre era el de Orden del Templo. Quizá todo el mundo la conozca como Temple, en francés, porque su fin se fraguó en Francia y fue tramado por su rey Felipe IV, el Hermoso(1), obligando a un secuestrado Papa en Aviñón a firmar su disolución. Así que me referiré a ella como Orden del Templo a partir de ahora.

Un rápido vistazo por la Historia nos hace llegar al final de la Primera Cruzada allá por 1099 cuando, pocos años después, nueve caballeros franceses con sus respectivos séquitos deciden agruparse en una nueva orden militar que se dedicaría a la defensa del Templo de Jerusalén. Así se funda la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo entre 1118 y 1119 y que sería aprobada oficialmente en el Concilio de Troyes unos diez años después. Lo de los Pobres Caballeros de Cristo era bien cierto en su origen y fundación; de hecho, su propio escudo nos muestra a dos caballeros sobre un mismo caballo. La Historia haría que esa pobreza original se transformara en opulencia. Y de ahí su ruina por envidia.

Hablar de la historia de la Orden, de su desarrollo, expansión y negocios, se sale con mucho del propósito de este artículo y debemos centrarnos en el asunto que nos ocupa. De momento nos bastará con saber que, mientras en el resto de Europa los caballeros templarios se dedicaban a la expansión del comercio internacional, la ocupación musulmana en España hacía necesaria la presencia de guerreros más que de mercaderes. Así está constatada la presencia de la Orden en las grandes batallas de la Reconquista, desde las Navas de Tolosa hasta la conquista de Sevilla(2), pasando por el mantenimiento de las rutas de los terrenos españoles recién devueltos a la Cristiandad.

De probada lealtad y eficacia, la Orden de Templo es reconocida y engrandecida por los reyes de Castilla, León, Navarra y Aragón, estableciendo su bailío(3) en Jerez de los Caballeros, donde ampliaron y reedificaron su fortaleza y allí se mantuvieron hasta la extinción de la Orden.


Fortaleza templaria de Jerez de los Caballeros. No incluyo fotos de su interior porque ha sido prostituido a fondo por ayuntamientos de supina ignorancia histórica

Pero llegó el momento en 1307, en que el Rey de Francia estaba endeudado hasta las cejas y su principal acreedora era precisamente la Orden del Templo, así que decidió quitarse la deuda por el procedimiento de levantar una serie de tremendas calumnias contra ellos y aprovecharse de que el Papa Clemente V estaba "disfrutando de la hospitalidad francesa" en Aviñón, para acabar con la Orden y, de paso, quedarse con su fortuna.


Torre de la Sangre del castillo de Jerez de los Caballeros. Según la tradición, en ella fueron degollados los últimos defensores de la fortaleza.

Así se hizo. Su Gran Maestro (que no Maestre como dicen los de siempre) Jacques de Molay se hallaba en Francia para intentar convencer al sinvergüenza de Felipe de la necesidad de una nueva Cruzada. Circunstancia que aprovechó el Hermoso para apresarlo y, tras tormentos demasiado horribles que no quiero describir aquí, lograr que Molay confesara todo lo que Felipe quería. En ese mismo año ardieron en la hoguera el propio Molay y, al menos, setenta caballeros más con él. Clemente V, cediendo a las presiones de Felipe, firmó el decreto de disolución de la Orden en 1312.

Pero centrémonos en España y más concretamente en el Reino de Castilla donde, a la sazón, reinaba un joven Alfonso XI quien no tenía nada que ver con las canalladas de su colega francés pero que recibe el decreto de disolución que hemos dicho y no duda en ofrecer a los caballeros templarios la posibilidad de integrarse en las otras órdenes militares que ya existían, como así hicieron todos aquellos que no quisieron volver a la vida civil.

Pero la oferta de Alfonso llegó tarde al bailío de Jerez de los Caballeros. Por su privilegiada condición de dirigente de la Orden, el Maestro de Jerez de los Caballeros conoció antes que Alfonso XI lo ocurrido en Francia. Aterrado ante la posibilidad de correr la misma suerte que sus hermanos franceses, se hace fuerte en el castillo y se declara en rebeldía ante cualquier orden real aduciendo que sólo respondería ante el Papa. Y Alfonso, como cualquier rey medieval o cualquier dirigente decente que se precie, no tiene más remedio que hacer lo que debe hacerse con una fortaleza declarada en rebeldía. Asediado el castillo por las tropas reales, no tardan éstas en rendirla y en darle a sus defensores el tratamiento de traidores al Rey. Fueron degollados todos ellos.

El resto de los templarios españoles vivieron en paz integrados en las otras órdenes o regresando a la vida civil, ya que se les dio libertad a todos y no se molestó a ninguno por haber pertenecido a la Orden del Templo. En otras partes de Europa corrieron suertes parecidas a la española, ya que nadie tenía nada contra ellos. Hubo alguna excepción, no sangrienta, en algunos lugares como en el Reino de Escocia pero, como me gusta decir, esa es otra historia.


Jacques de Molay en la hoguera emplazando al Rey Felipe ante el tribunal de Dios. Se cumplió su plazo como el de nuestro Fernando IV y, siglos más tarde, el de los padres Lactance y Tranquille de Loudun. Algún día hablaré de esto.
..................................

(1)No confundir con el inútil de nuestro Felipe I, también llamado así, quien fue tan guapo como imbécil. Fue un grave error, ante la incapacidad manifiesta de su esposa Juana, hacerlo pasar de rey consorte a Rey de verdad.

(2)En Sevilla tenemos el castizo barrio de San Bernardo; llamado así en memoria de la zona que Fernando III señaló para campamento de los caballeros templarios quienes, como es sabido, deben sus reglas a san Bernardo y sentían gran devoción por él al haber sido en vida su mayor protector e impulsor.

(3)Sede administrativa del mando en la Península. Como dependían sólo de la Iglesia no se podía hablar de distinciones de reinos. El bailío mandaba sobre todos los templarios peninsulares sin distinción de reinos ni condados.

miércoles, 11 de junio de 2014

- TECNOLOGÍA VISIGODA (y II) -

Si queremos extendernos, aunque sea un poco, en el asunto de capiteles, también fueron aquellos bárbaros los que, no conformándose con los órdenes clásicos heredados de Roma, aportaron una interesantísima novedad con el uso de capiteles decorados con figuras que, alusivas o no a temas religiosos, constituyen el más claro antecedente de aquellos otros románicos y góticos que les sucedieron en el arte de la Europa Occidental. Véanse si no los de la iglesia de San Pedro de la Nave, en la provincia de Zamora, donde la tosquedad de los mismos es muy superada por la gracia y espontaneidad de las escenas representadas; de forma clara recogerían su testigo los capiteles de los bellísimos claustros románicos de Santo Domingo de Silos y Santillana del Mar, entre muchos otros.


Capitel de San Pedro de la Nave. Daniel en el foso de los leones.

También, en cuanto a la innovación decorativa en la arquitectura, aquellos bárbaros desconocedores del vidrio(1) e incapaces de labrar piezas de alabastro lo suficientemente finas para servir de tamizadores translúcidos de la luz, colocaron en sus ventanas celosías de piedra finamente labradas, auténticas precursoras de las placas de alabastro del románico y de las complicadas decoraciones de los rosetones góticos que empezarían a verse en Europa más de quinientos años después; por no hablar de las celosías de madera y yeso que utilizarían los musulmanes por todo el mundo cuando dejaron las jaimas y se asentaron en ciudades.


Celosía de una ventana de Santa María de Melque.

En lo poco que los historiadores de hace algunas generaciones han hecho justicia con los visigodos ha sido con la orfebrería. Aunque sus joyas no son, ni de lejos, de la calidad y finura de las romanas, fenicias y cartaginesas, su misma bárbara tosquedad en la elaboración de las mismas les da un toque de frescura y gracia que no pueden tener los orfebres de civilizaciones más desarrolladas. Así, estos historiadores se referían siempre a la cultura visigoda como "Cultura del abalorio" calificación totalmente injusta como seguiremos viendo a continuación.


Algunas piezas del tesoro de Guarrázar.


Corona votiva de Recesvinto. Elaborada para la iglesia de San Juan de Baños y en el Museo Arqueológico Nacional en la actualidad. En San Juan de Baños hay una copia, pero no se animen los expoliadores porque no tiene oro ni piedras preciosas como la original.

Pensaba incluir en este artículo el sistema que permitía automatizar el martinete y el insuflado de aire en una fragua y que fue muy utilizado por los visigodos conservándose en vigor hasta hace unos cincuenta años (sí, cincuenta años tan sólo). Pero, al haber sido descrito ya por Vitruvio en el siglo I de nuestra Era en su tratado De Architectura, debo suponer que era usado por los romanos, aunque no se tenga demasiada constancia de ello aparte de lo mencionado en la obra citada. No obstante, hablando de Roma y de los visigodos, para terminar es obligatorio referirse a las últimas investigaciones, aun en fase de hipótesis, relativas a las obras públicas de estos supuestos bárbaros.

De siempre hemos oído decir que los visigodos se limitaron a usar las obras públicas romanas y que, en casos extremos se limitaron a arreglar sus desperfectos, pero sin aportar nada nuevo. Esta visión de las cosas dio un brusco vuelco en 1999 cuando el profesor y arqueólogo Luis Caballero, muy conocido en Mérida por haber participado en las excavaciones de Santa Eulalia y en otros yacimientos de la zona, publicó un trabajo en el que demostraba que las cinco presas que rodeaban el monasterio de Santa María de Melque, en Toledo, eran de época muy posterior a la romana y fueron construidas entre los siglos VII y IX, lo que les daba ya un claro origen visigodo.

Animado por este trabajo, el también arqueólogo Santiago Feijoó, cayó en la cuenta que la cota de agua de la presa de Proserpina es inferior a la del acueducto de los Milagros que llevaba agua a Mérida supuestamente desde dicho embalse. Esta circunstancia más que sospechosa le hizo investigar el embalse durante cinco años; tiempo en el que encontró los suficientes argumentos como para que, en 2005, y con motivo de la presentación en el salón de actos del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida del número 8 de la revista Monografías Emeritenses(2), expusiera por primera vez en público un trabajo(3) suyo recogido en dicha revista en la que se presentaba la hipótesis de que, tanto la presa de Proserpina como la también cercana de Cornalvo, no eran de origen romano, sino que su datación habría que situarla entre los siglos VIII y X con lo que, de ser demostrada la certeza de dicha hipótesis, al menos sus comienzos, serían visigodos.

Santiago Feijoo basa su trabajo en tres principios: el primero es el ya mencionado de la altura del agua; el segundo es que, según las recomendaciones del ya citado arquitecto e ingeniero romano Vitruvio, el agua para consumo humano no debía ser recogida de lugares abiertos, sino de manantiales y, efectivamente, varios de ellos han sido descubiertos en el lecho del embalse cuando la sequía de principios de los noventa hizo posible una investigación a fondo(4). El conocido como acueducto de Los Milagros fue una obra romana construida para recoger el agua de dichos manantiales y llevarla a la ciudad y el embalse se construiría en una fecha muy posterior para aprovechar su agua, en una época en la que las directrices de Vitruvio habían sido olvidadas y, por tanto, las epidemias de peste y cólera eran bastante frecuentes.

Finalmente, el tercero de los principios que enuncia este arqueólogo es que los sillares empleados no tienen las características de normalización de las piedras romanas sino que, aunque se observan paños en los que los sillares son muy parecidos en tamaño, la tónica general es que sea cada uno diferente de los demás; por otra parte, las juntas no tienen, ni de lejos, la precisión que caracteriza a las obras romanas sino que algunas llegan a tener varios centímetros cuando las romanas apenas llegaban al milímetro. En un artículo como este no debo extenderme más sobre el trabajo de Santiago Feijoó aunque se lo recomiendo a quien esté interesado.


Muro con contrafuertes del embalse de Proserpina. (Foto del autor)

Como he dicho antes, al buscar información sobre la época visigoda, casi siempre se encuentra un tratamiento algo despectivo sobre ella por parte de los historiadores de más renombre. Expresiones como: “Bueno, sí. Fue la época de la cultura del abalorio…” y otras por el estilo son frecuentes a la hora de hablar de aquel período de la Historia de España. No seré yo, pobre aficionado a la divulgación de esa Historia, quien trate de contradecir a estos maestros; más si cabe, teniendo en cuenta la verdad indiscutible del enorme desnivel cultural que separaba a estos recién llegados con las clases más o menos instruidas de la población hispano romana, por no hablar de esas mismas clases en la propia Roma. Es muy cierto que hallazgos como el del tesoro de Guarrázar, donde se encontró la corona votiva de Recesvinto que decoró en su día la iglesia de San Juan de Baños, colocan al pueblo visigodo en un lugar destacado en la producción de orfebrería.



Algunas piezas del tesoro de Guarrázar.

Pero no debemos dejarnos engañar. Los visigodos no sólo se dedicaron a trabajar joyas y fíbulas de filigrana en casi cualquier clase de metal, ni se limitaron a pelearse en el plano teológico con la población autóctona por cuestiones como la del arrianismo; ni siquiera dejaron grandes huellas en la Historia por la cantidad récord de concilios que convocaron ni por su natural tendencia a asesinar reyes. Debieron hacer algo más, mucho más, para que personajes como Leandro e Isidoro de Sevilla encontraran un favorable ambiente intelectual en una época en la que, supuestamente, todo era de sequía de ideas. Ya hemos visto que revolucionaron los transportes y la civilización europea hubiera podido seguir avanzando con ellos de no ser porque el desmoronamiento del Imperio hizo muy difícil o imposible el intercambio de ideas y productos con la ya caduca Metrópolis y que sus propias disensiones internas los llevaran a propiciar una invasión musulmana que casi haría desaparecer a España de la Historia hasta la llegada de los Omeyas. A la vista de todo lo que acabo de exponer, siempre nos quedará la duda sobre qué juicio debemos dar a la actuación histórica de aquellos ¿bárbaros?


Ábside de la Iglesia de Santa María de Quintanilla de las Viñas (Burgos)
......................................

(1) Los romanos usaban cristales de yeso. La imposibilidad de cortar el mineral de yeso cristalino a las medidas exactas de las ventanas, los obligaba a usar parches de este material que unían con el mismo polvo de yeso. Curiosa técnica algo complicada de describir aquí para quienes no conozcan bien los estados alotrópicos naturales del sulfato cálcico anhidro.

(2) Esta publicación tiene difusión internacional.

(3) El título del trabajo es: Las Presas y los Acueductos de Agua Potable, una Asociación Incompatible en la Antigüedad: El Abastecimiento en Augusta Emerita.

(4) Los que hemos tenido la suerte de andar mucho por los alrededores de Proserpina, sabemos que hay muchos pequeños manantiales por allí. En la actualidad es una zona en la que, aparte de las horribles urbanizaciones modernas, existen muchos chalés aislados, seguramente construidos sobre antiguas quintas romanas, que cuentan con una pequeña presa sobre uno de los muchos arroyuelos que existen un poco por todas partes. Estas presas sí tienen toda la pinta de ser romanas y podían haber tenido un uso lúdico, o de regadío o como abrevaderos de ganado. Cuando se ve alguna de esas lujosas casas no puede uno evitar el recuerdo de la joven Santa Eulalia que vivía en una de ellas.

martes, 10 de junio de 2014

- TECNOLOGÍA VISIGODA (I) -

A estas alturas no resulta fácil enumerar la cantidad de conceptos equivocados que tenemos sobre los hechos históricos. Este cúmulo de errores unido al desconocimiento general de nuestro pasado, hace inevitable que nos sintamos algo avergonzados cuando descubrimos ciertas cosas que chocan frontalmente con nuestras ideas preconcebidas. Nosotros, como legos en la materia, apenas si tenemos alguna responsabilidad de este despiste general pero, a veces, los propios historiadores profesionales son los culpables directos del mismo, ya que muchos se han dedicado a divulgar su materia limitándose a consultar fuentes de otros historiadores más antiguos que ellos, quiénes ya tenían bastante trabajo con ordenar cronológicamente los hechos que conocían, como para encima dedicarse a hacer la crítica de los mismos y de las fuentes anteriores.

Aquí vamos a referirnos a un pueblo invasor tachado de bárbaro con cierta justicia pero no con toda, ya que los humildes o no tan humildes inventos que, suyos o importados, trajeron a la civilización tardorromana, fueron de importancia capital para su desarrollo; aunque a nosotros nos puedan parecer intrascendentes y triviales en esta era informática.

Aunque conocía por fotografías bastantes monumentos de la antigüedad en los que se representaba la figura de un jinete a caballo, no había caído nunca en un hecho muy llamativo hasta que fui consciente de él al ver una foto detallada de la columna de Trajano. En ella, los jinetes representados van sin estribos; posición incómoda que obliga al caballero a sujetarse sólo con rodillas y muslos y reduce seriamente el eficaz manejo de las armas desde lo alto de un caballo, por no hablar de la dificultad añadida que supone el montar y desmontar para una persona de cierta edad; estas representaciones ecuestres se repiten en estatuaria,
relieves, pinturas y mosaicos hasta la caída del Imperio.


Villa romana en Pedrosa de la Vega (Palencia) Escena de caza en la que se ve un jinete sin estribos

Pero los pueblos bárbaros que, en la Navidad del año 406, cruzan el Rhin helado e invaden Europa haciendo lo que quieren a su paso ante un Imperio impotente que sólo puede negociar con ellos, contaban con esa facilidad. Los jinetes godos podían cabalgar más tiempo, a mayor velocidad y menos preocupados por su propia estabilidad que sus enemigos y en el combate podían tener la cintura más libre para girar hacia donde lo requiriera la situación. En definitiva, el estribo era una de las dos armas que usaban aquellos bárbaros para obtener una mayor eficiencia de sus cabalgaduras. He dicho dos y sólo he mencionado una; la otra es más elemental aun, más humilde y más pisoteada en el sentido literal y a ella me refiero ahora.

Nadie puede acusar a los romanos de cuidar mal de sus caballos. Desde los tiempos de la supremacía intelectual griega y tanto en el transporte como en el espectáculo, estos animales habían suscitado tanto interés en aquella civilización que, hasta nuestros días ha perdurado el nombre griego de Felipe que significa “el que ama a los caballos”. Sin embargo, a pesar que los romanos eran conscientes de que las piedras de sus calzadas terminaban por dañar las pezuñas de los animales, lo más que hacían cuando se trataba de un caballo de carreras de gran valor, era colocarle una férula de hierro que rodeaba el casco afectado e impedía que se le abriese.

Pero los bárbaros godos eran mucho más prácticos a pesar de no tener miles de kilómetros de caminos empedrados. Conscientes, como eran, de que su supervivencia dependía muchas veces de la distancia que pudieran recorrer para alejarse de un enemigo superior en armas y número, habían aprendido a calzar a sus caballos con una férula fija de hierro, clavada a sus propios cascos. Esta férula impedía el desgaste de las pezuñas, así como la casi segura lesión de agrietamiento derivada de este desgaste. Así, los caballos herrados de los godos, aparte de su mayor eficacia duraban mucho más tiempo en condiciones de ser montados o de ser empleados en labores de tiro y el sistema de clavado permitía el fácil reemplazo de la herradura cuando su desgaste lo hiciera necesario.

Les ruego me permitan una digresión, también histórica. En el año 9 antes de nuestra Era, Druso Claudio Nerón, llamado también Germánico por sus triunfos militares sobre las tribus de más allá del Danubio, a orillas del Elba sufre una caída de su caballo y, como consecuencia, se fractura una pierna y las heridas se le gangrenan. Su hermano Tiberio, al enterarse, cabalgó reventando caballos las cuatrocientas millas que le separaban de él y llegó justo a tiempo de verlo morir y cerrarle los ojos. Si Druso hubiera montado un caballo herrado y con estribos, quizás no hubiera sufrido este accidente y Tiberio, a la muerte de Augusto, no hubiera heredado el Imperio para desesperación de su madre, la intrigante Livia. ¿Pueden un par de estribos en un caballo cambiar la Historia?


Retrato de familia. Druso, Augusto y Tiberio. Museo Nacional de Arte Romano (Mérida)

Volviendo al tema que nos ocupa, ahora le toca el turno a otro invento visigodo humilde, pero que revolucionó el transporte y del que, aun hoy día, una palabra derivada de ese invento ha pasado a nuestros idiomas occidentales. El invento es el tonel y la palabra derivada del mismo es, naturalmente, tonelada.

Sabido es que el Imperio Romano, tras la caída de Cartago hacia el 160 antes de nuestra Era, dominaba el transporte y el comercio por el Mediterráneo y su influencia se extendía muchos kilómetros tierra adentro de sus riberas. También, como técnicos, sabemos de la importancia de los contenedores empleados para transportar las mercancías bien líquidas, como el aceite o el vino, o sólidas de pequeño tamaño como las frutas o los cereales. Pues bien, también sabemos que el envase preferido y más utilizado para ese transporte era la clásica ánfora de barro, frágil por sí misma, de base picuda que se clavaba en un lecho de arena que llevaban las bodegas de los barcos para que las ánforas pudieran ser transportadas en posición vertical. Este envase era poco práctico, ya que desperdiciaba mucho espacio y era pesado, inestable y de molesta y complicada carga y descarga. De sus pocas posibilidades de reutilización nos habla la existencia del monte Testaccio a las afueras de Roma, formado por los trozos de ánforas rotas o tiestos, como decimos ahora a esas medias ánforas modificadas que nos sirven como macetas.

Todo cambió con la invasión de aquellos pueblos, lo diré otra vez, bárbaros. Quizás por su desconocimiento de la alfarería o quizás por la necesidad y por la abundancia de madera de los bosques germánicos, o por la razón que fuere, el caso es que los visigodos nos trajeron un revolucionario método de transporte que consistía en un conjunto de tablas que se podían ensamblar en forma cilíndrica. La influencia del invento fue tal que los propios romanos le dieron a las tablas el mismo nombre que a las piedras que sostenían sus arcos de medio punto y que ha llegado a nuestro idioma con el nombre de duelas, para distinguirlas de dovelas que es el nombre de tales piedras. Si los objetos a transportar no son líquidos, el ensamblado puede permitirse no ser demasiado perfecto y, en caso contrario, los visigodos sabían asegurar la estanqueidad de los envases.

De cualquier forma, estos envases no son tan frágiles como los de barro, aseguran una mayor eficiencia del espacio, pueden ser sujetos con cuerdas si el objeto a transportar no es muy delicado o, si es necesario, con tiras finas de hierro machihembradas; tampoco hay que olvidar que los visigodos eran grandes herreros(1). Su transporte se puede realizar en cualquier posición y su carga y descarga se realiza por simple rodadura, con lo que bastan un par de palos adosados al costado de un buque para subirlos o bajarlos. No necesitan del pesado lecho de arena en la bodega, ya que son muy estables; son reciclables y finalmente, a unas malas, sus maderas sirven para calentarse y cocinar. Todo son ventajas frente a la pesada ánfora de barro. Se notaba que aquellos bárbaros no disponían de la abundante mano de obra barata y esclava de la que gozaban los romanos.

Hablando de mano de obra abundante y barata, viene a cuento otro asunto sobre el tema que nos ocupa. Todos nos maravillamos ante las ruinas más o menos bien conservadas de algún gran edificio romano y los técnicos solemos darnos cuenta de que las piedras que lo forman suelen ser de dimensiones similares, lo que nos sugiere la idea de un concepto elemental de normalización en el empleo de materiales que, ensamblados de maneras distintas, dan lugar a una gran variedad de formas. Esto sólo es posible realizar si se dispone de talleres que se dediquen a la producción en serie de piedras cortadas y labradas de dimensiones idénticas; y lo mismo cabe decir de aquellas piedras cuya labra es mucho más especial, como son los tambores y los capiteles de las columnas.

Pero ya hemos visto que los visigodos no disponían de tal derroche de medios, quizás porque fueran demasiado caros de mantener y tenían que conformarse con la labra de piedras in situ para tratar de ajustarse a las necesidades de cada momento. El resultado es una clara tosquedad en sus trabajos que contrasta en gran medida con la finura y elegancia de las construcciones romanas. De cualquier forma, no han llegado hasta nosotros demasiados ejemplos de sus construcciones en piedra como para formarnos una idea lo suficientemente clara de sus habilidades como constructores pero, por lo poco que hemos llegado a conocer(2), sabemos que no eran unos salvajes ni mucho menos. Pasemos a los hechos.

Corría el año 661 y el rey visigodo Recesvinto regresaba a Toledo tras una victoriosa expedición contra los vascones quienes se habían dedicado al robo con fuerza por toda La Rioja y el valle del Ebro desde el final del Imperio Romano. Padecía un fuerte cólico nefrítico y se detuvo a descansar en un antiguo balneario romano ubicado en la población actual de Baños del Cerrato en la provincia de Palencia. Al buen Rey se le ocurrió beber el agua de la fuente que aún mana en el lugar y, en muy poco tiempo se recuperó de su enfermedad, por lo que mandó construir un templo en honor de San Juan Bautista. La iglesia, conservada milagrosamente en la actualidad, es conocida como San Juan de Baños y, según una tradición, en ella tuvo lugar la boda del Cid con Jimena.

Este modesto pero importantísimo edificio declarado Monumento Nacional en 1897 y considerado el templo español más antiguo que se conserva completo, alberga dos innovaciones valiosas: una técnica y otra decorativa. Por no hablar de sus arcos y bóvedas de herradura, forma que adoptarían después los invasores musulmanes y propagarían con tanto éxito por todo el mundo que hasta hace muy poco tiempo y con excepción de los especialistas, la mayoría de la gente ha creído que el arco de herradura es una aportación árabe a la Historia del Arte(3).


San Juan de Baños. Ábside con bóveda de herradura.

Pero nos toca hablar de los humildes, pero prácticos, inventos visigodos en el aspecto técnico y, como de costumbre, es inevitable la comparación con la civilización clásica que los precedió. Ya hemos dicho antes que, al disponer de mucha mano de obra, los romanos se podían permitir el lujo de producir capiteles en serie sin importarles demasiado que alguno se dañase en la construcción de un edificio, ya que su reposición sería inmediata; por ello, estos capiteles soportaban directamente las cargas; sin embargo, para los visigodos esto no era así, por lo que se las arreglaron colocando una pieza, decorada o no, en forma de tronco piramidal invertido, llamada cimacio, sobre el más o menos tosco capitel labrado por sus humildes canteros. Así la carga, antes de reposar sobre el capitel lo hacía sobre el cimacio y, en caso de romperse algo en fase de construcción, era esta última pieza la que lo hacía y no el carísimo capitel.


San Pedro de la Nave. Capitel y cimacio.

(Continuará)

.................................................


Triente de Leovigildo. (c.580)

................................................

(1) En su época pagana, Thor, el principal de sus dioses, era representado como herrero con un enorme martillo con el que producía el trueno al golpear con él.

(2) Todo hay que decirlo aunque les duela a algunos. Los posteriores invasores islámicos –que no árabes como se dice– han pasado a la Historia como ejemplos de utilización de materiales de acarreo ¿De dónde procedían estos materiales de acarreo? ¿De edificios arruinados como dicen algunos o del derribo deliberado de edificios notables para ser utilizados como cantera, como sugieren las dos primeras fases de la construcción de la mezquita de Córdoba? Quizás nunca lo sepamos y nos quedemos con la duda.

(3) Afortunadamente, en la actualidad, la divulgación de los conocimientos de la Historia ha permitido deshacer esa confusión, al menos en España, porque en Italia por ejemplo, al arco de herradura se le llama “arco moresco”.

jueves, 5 de junio de 2014

UNA PÉSIMA COMPRA: ASUS Transformer Book T100.- TERCERA PARTE (THE WORST BUY IN THE WORLD: ASUS Transformer Book T100)

Perdonadme los cuatro lectores que me siguen por abusar del inglés en este artículo, pero mi intención es hacer espabilar a los responsables de esta tropelía. Ahora PC Componentes, tras ofrecerse gentilmente a arreglarme el asunto, pega la "espantá" diciéndome que mi máquina funciona a la perfección y me la devuelve tal como estaba, igual que lo hizo antes el servicio técnico de ASUS. Pero parece ser que no soy la única víctima de esta estafa y por eso utilizo el idioma de más difusión del mundo para que mis lectores de Estados Unidos sepan la tropelía que se está cometiendo a nuestra costa.

Copy-pego del foro: http://www.transformerforums.com/forum/asus-transformer-book-t100/40092-camera-does-not-work-google-hangout-2.html

Question: "New Asus T100 64GB machine, tried a video call with Google Hangout first time today, the camera shows my image with the upper part mixing purple and bright green, a ghostly image. Camera works fine with other apps; it take selfies with no problem; it works with Skype; it simply does not work with Google Hangout. I tried the "Disable HD" trick above with no improvement. Anyone else having the same problem?" (Mayo 2014)

Wise's answer: "Lots of Asus T100A users getting this exact problem. No solution at this time. Hoping Asus and Google work together on this problem." (Mayo 2014)

Como podréis ver en la pregunta, el problema es idéntico al que he reseñado en mis dos artículos anteriores. Y siguen sin hacer nada los muy... ¡Magnífico! Un montón de usuarios, según el experto, tienen el mismo problema y no hay solución en este momento. La primera denuncia está fechada en Febrero ¿Hastá cuándo van a tenernos engañados?

De acuerdo, individuos de ASUS. Usaré su magnífico equipo con una cámara externa y así no tendré problemas. La próxima vez cuiden sus diseños y no cuenten conmigo para nada más.

Of course, ASUS'staff. I shall use your computer whith a external camera and no problem. You are lating to repair it.


miércoles, 4 de junio de 2014

- EL SONETO DE HOY -

Fluyendo por la mente perezosa
va un pensamiento vago y sin sentido
¿Qué me querrá decir, si anda perdido
en donde nada sirve de gran cosa?

Algo querrá decir mientras reposa
la mente del camino recorrido.
Algo querrá sacarme del olvido;
algo será esa idea caprichosa.

La mente descansando es insondable;
no para ni en el sueño más profundo
tratando de alcanzar lo inalcanzable.

Un pensamiento libre y errabundo,
por más que pueda ser irrazonable
puede cambiar la vida en un segundo.

martes, 3 de junio de 2014

- REFLEXIONES DE UN REPUBLICANO -

Si me callo reviento, palabra.

Nací y moriré republicano. Moviéndome por esos mundos de Dios he visto repúblicas que me han dado envidia. Y también otras que me han dado asco, espanto y náuseas ¿Quién no envidia a Francia, Estados Unidos, Austria, Alemania...? Son repúblicas, pero son repúblicas serias y no la farfolla española de 1931 y sus espantosas consecuencias, por no hablar del esperpento barato de la Primera con sus cantones aldeanos catetos.

Tuve la suerte de no vivir la mierda de la Segunda República Española. Para empezar, un fascista asqueroso como Lerroux(1), tan analfabeto como casi todos sus compinches, confundió el color degradado del pendón de los Comuneros, rojo carmesí en su origen, con el ridículo morado que destruye la estética del trapo que dicen los representa; grave ofensa para los ojos y para la cultura de la que se jactaban poseer aquellos imbéciles(2). Pero se trataba de eliminar hasta una bandera que no sé qué daño podía hacerles.

No me olvido de su predecesor, el inefable Manuel Azaña que se ganó a pulso el título de Héroe de Casas Viejas con la orden a la Guardia Civil de: "Tiros y a la barriga". Y que, al final de toda la que había armado él mismo, pronunció el famoso discurso de "Paz, piedad, perdón" mientras el oro del Banco de España y muchas obras de arte de El Prado viajaban al extranjero para asegurar a él y a sus secuaces un lujoso futuro sin dar golpe.

Pero no puedo dejarme atrás el resto de los residuos de la sentina española, que eran legión. La revolución de Asturias de 1934 fue sofocada por el Ejército por órdenes del Gobierno republicano y allí murieron un montón de republicanos. A partir de ahí el patrimonio artístico de la Iglesia sufrió un golpe del que jamás se recuperaría(3). El patrimonio civil tampoco salió indemne de saqueos y destrozos a manos de las "cultísimas" hordas de desocupados que salían a la calle con el beneplácito de los dirigentes republicanos y la vuelta de espaldas de la Policía. Los asesinatos de los considerados enemigos de la República se contaban por decenas o centenares al día; enemigos de la República cuya calificación de tales quedaba en manos de los más burros de entre los más analfabetos: A veces bastaba con no tener callos en las manos para ganarse un tiro en la nuca con lo que, aparte de matar a sacerdotes y terratenientes, también los médicos caían como moscas.

Tampoco quiero dejar de citar a los actores secundarios. Un tal Santiago Carrillo también se ganó su irónico título de Duque de Paracuellos no precisamente por nada heroico, sino por hacer matar a miles de presos de las checas de Madrid; aparte de su especial predilección por ver apagar cigarrillos en los pechos de las monjas cautivas en sus inmundas cárceles. Como también es conocida su afición de cortar dedos de los recién fusilados si llevaban anillos de valor. Un angelito.

Así el asunto acabó como todos sabemos. La Segunda República Española encarceló, torturó y mató alegremente desde 1931 hasta 1939 a todo quien quiso. Su fin propició otra larga serie de represiones bajo el Gobierno de Franco que se irían suavizando con el tiempo, dejando los fusilamientos masivos en 1942 pero continuando con los trabajos forzados (pagados, eso sí, cosa que no hacían los republicanos) los encarcelamientos y las palizas indiscriminadas.

Vuelvo al principio. Nací y moriré republicano -y a mucha honra- pero no entiendo ni entenderé que la república sea sinónimo de matanzas, hordas de asesinos sueltos, ignorancia generalizada, fragmentación de España, ataques a la Iglesia(4), saqueos masivos destrucción del patrimonio, fomento de odios locales y venganzas personales disfrazadas de justicia republicana.

Ya sabéis, supuestos republicanos. Cambiad la Constitución si queréis y haced una república al estilo de las civilizadas. Una república que respete las libertades individuales; la libre circulación de bienes, capitales y servicios; el acceso a la verdadera cultura y no adoctrinamiento sectario; la unión de todos los pueblos de España y, en definitiva, lo mismo de lo que disfrutamos hasta la llegada de ese indeseable llamado Zapatero que resucitó los fantasmas de un pasado vegonzoso por todas partes. Haced esa república erradicando el actual choriceo y contaréis conmigo, pero no la vuelta a un pasado indigno de ser revivido.

Ya termino con un tema no menor.

No se os ocurra tocar mi bandera. No se os pase por la imaginación que yo me vaya a inclinar ante ese colorido trapo de fregar retretes que sólo representa lo que acabo de comentar más arriba. Dejad en paz la bandera española y, a lo más, exigid que se cambie el escudo por otro que sea de vuestro agrado, pero que no denigre a España.

Ante todo lo expuesto y en la actuales circunstancias, este republicano de corazón que firma lo que antecede, se quita el sombrero para decir de corazón:

¡VIVA ESPAÑA!

¡VIVA EL REY DE ESPAÑA!

.................................

(1)Gran republicano este sinvergüenza de Alejandro Lerroux. De su famosa frase: "Levantemos los velos de nuestras novicias y elevémoslas a la categoría de madres" a los sobornos que aceptó de Strauss y Perl y que dieron lugar a la palabra estraperlo, hasta su muerte felizmente acaecida en 1949 y de la que su esquela mortuoria decía: "Falleció bajo el manto de la Virgen del Pilar..."

(2)Casi tan analfabetos como algún profesor universitario de la Complutense con coleta.

(3)Lo que olvidan muchos es que todo lo que no ardió en los saqueos e incendios, acabó en manos de anticuarios y mercaderes que hicieron su agosto. Aparte de las joyas que, esas sí, fueron robadas de forma inmediata por los saqueadores e incendiarios.

(4)Al Islam ni tocarlo, naturalmente. No tienen huevos para ello.

domingo, 1 de junio de 2014

- UNA MALA COMPRA: ASUS Transformer Book T-100 (SEGUNDA PARTE) -

En relación a la compra del ASUS Transformer Book T100, Nº de serie DCN0BC04897549A, ya descritos en mensaje anterior, debo continuar insistiendo sobre el mismo asunto.

Ante la inoperancia del servicio técnico de ASUS, su falta de agilidad en las respuestas y la no efectividad de una falsa reparación en sus talleres, gracias a PC Componentes pude disponer de una nueva máquina con número de serie E2N0BC008125061, de idénticas características el 29-05-2014. Una vez en mi domicilio y comprobado el perfecto estado del envío, procedí a probarla en general comprobando que todo funcionaba a satisfacción, excepto lo que tampoco funcionaba en la máquina descrita en el primer párrafo.

Probando el equipo en videoconferencia éste volvía a presentar las mismas anomalías que el equipo anterior. Incluyo fotos de esas anomalías con sus descripciones, significando que igual afectan a aplicaciones de Google como Gmail, como también a aplicaciones de Windows como Hotmail. En cambio, todos esos problemas desaparecen cuando se conecta una cámara externa al equipo; exactamente igual a las anomalías observadas en la primera máquina en la que fue detectada por primera vez.


Fig. 1.- Imagen transmitida desde ASUS recibiendo una desde ACER Aspire One. Obsérvese la esquina inferior derecha que refleja lo que ASUS transmite.


Fig. 2.- Imagen recibida en un ACER Aspire One y transmitida desde ASUS. La esquina inferior derecha refleja lo que transmite ACER Aspire One.


Fig. 3.- Imagen recibida en Compaq HP en las mismas circunstancias de la Fig. 2.


Fig. 4.- Imagen Transmitida desde ASUS y recibida en Ipad BQ Aquaris 5.0.

Pero ahora, antes que alguien me arguya que Windows 8.1 no admite complementos externos como los Hangouts, debo aclarar que:

1.- Tengo y utilizo dos ordenadores gemelos Compaq HP que trabajan bajo Windows 8.1 de 64 bits. Ambos funcionan a la perfección -lo que es normal en el caso de un clásico como Compaq- admitiendo imágenes de Hangouts desde Gmail y Hotmail. Igual ocurre con mi viejo y querido ACER Aspire One con la excepción que éste trabaja en Windows 8.1 de sólo 32 bits. La Fig. 2 ilustra el comportamiento de este excepcional equipo cuyos únicos inconvenientes son su provecta edad, su lentitud y su limitada capacidad de almacenamiento.

2.- He habilitado y deshabilitado el modo escritorio en Gmail con idénticos (y malos) resultados en las tres máquinas.

3.- Si no se admiten complementos como Hangouts en Windows ¿Por qué ASUS Transformer Book T100 funciona perfectamente cuando se le acopla una cámara externa?

Vean los resultados:


Fig. 5.- Imagen tomada desde ASUS con cámara externa y recibida en ACER Aspire One. No hay problemas.


Fig. 6.- Imagen tomada desde ASUS con cámara externa y recibida en Ipad BQ Aquaris 5.0. Tampoco hay problemas.

A la vista de las pruebas, debo deducir que ASUS Transformer Book T100 adolece de un grave defecto de diseño en el software de la captura de imágenes porque dicha captura, tanto en fotos como en vídeos, es perfecta cuando se efectúa de manera aislada pero produce estos indeseables efectos cuando se asocia a videoconferencias, como es el caso.

Para concluir, a la vista del presente informe y de las molestias que me ha causado esta compra, debo hacer algunas observaciones:

1.- Dar mis más expresivas gracias a PC Componentes por tomar la iniciativa cuando se demostró inútil el servicio técnico de ASUS. Por el contrario, expresar mi más enérgica censura a dicho servicio técnico por su ineficacia.

2.- Dado que la comunicación con el repetido servicio técnico de ASUS es como hablar con la pared, expresar que no me gustaría tener que volver a comunicarme con ellos si no es para solucionar las cosas sin dilaciones ni preguntas repetitivas y, por supuesto, para encontrar una solución que no pase por el tema de la reparación en sus talleres de Viseu (Portugal) desde donde me fue devuelta la primera máquina sin reparar y con un informe bastante más que dudoso en su veracidad.

3.- En consecuencia a lo anteriormente expuesto, quisiera tener de único interlocutor a PC Componentes y estando demostrado que la anomalía obedece a un fallo de diseño en el software de la cámara, significarle a esta última empresa que estimo inútil la sustitución del equipo por otro de la misma marca y modelo, ya que volveríamos de nuevo al principio.

4.- Quedo a la entera disposición de PC Componentes (o de ASUS si no pretende tomarme el pelo de nuevo) para adoptar una solución definitiva que dé fin a esta desagradable situación. Ambas empresas tienen mis datos para dirigirse a mí a fin de solucionarlo.


Fig. 7.- Imagen tomada desde ASUS con cámara externa. Tampoco se observan problemas en la imagen inferior derecha procedente de ACER Aspire One.

Nota final: Debo pedir disculpas por el feísimo y viejo personaje que aparece en las fotos. No tenía cerca a nadie más.