Más allá de ese tiempo mensurable,
más allá del reloj y el calendario,
más allá del esquema utilitario
de tratar de alcanzar lo inalcanzable.
Más allá del saber, de lo palpable;
más allá del sustento necesario,
más allá de la lucha que a diario
nos aleja de todo lo admirable.
Una voz interior nos va guiando
más allá de razones o sandeces
que nos hacen vivir siempre dudando.
Y la luz familiar que tantas veces
hemos visto brillar siempre alumbrando,
nos enseña a vivir sin más dobleces.
3 comentarios:
¡Es bueno en fondo y forma!
Uno de los mejores de la firma.
¡Enhorabuena!
Es un soneto precioso. Gracias, sigue así.
Ole !!!
Publicar un comentario