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sábado, 9 de mayo de 2009

LAS VÍCTIMAS DE LA INQUISICIÓN... ESPAÑOLA

Con mi gratitud a don Stéfano Salvadore.

Ayer mismo entré a echar un vistazo al blog de César Vidal en Libertad Digital y me encontré con un mensaje de un visitante venezolano que decía llamarse Stéfano Salvadore en el que expresaba, según su información, el número de víctimas de la Inquisición Española. Daba, o pretendía dar, sólo datos de los primeros años de su historia; pero las cifras que manejaba eran, cuando menos, delirantes. Hablaba de muchas decenas de miles de judíos quemados vivos; cantidad que, de ser medianamente aproximada, doblaría con creces la población judía existente en España entre 1484 y 1510.

Ante semejante absurdo, algunos de los usuarios de tal blog se percataron de la naturaleza del error de don Stéfano; error muy frecuente entre quienes aun creen en la muy malintencionada obra Historia Crítica de la Inquisición Española que publicó en París un traidor llamado Manuel Llorente hacia 1820, obra que fue uno de los orígenes de la Leyenda Negra. Así se lo hicieron saber y don Stéfano optó por desoír la información que se le ofrecía.

Como las circunstancias que llevaron a Llorente a escribir la sarta de mentiras que escribió están expuestas en mi obra Otra Historia de las Religiones y por tanto no las voy a repetir aquí, basta para el propósito de este artículo exponer los datos reales que fueron constatados en los años setenta del pasado siglo por historiadores de la talla de Henry Kamen y que fueron publicados en su obra La Inquisición Española; obra imprescindible para no hacer el ridículo más espantoso al hablar de este espinoso tema.

Un servidor se ha tomado la molestia de tabular esos datos y aquí los expongo en el convencimiento de servir para algo y de evitar patinazos como el descrito del citado don Stéfano:


































Bien; pues no era tan difícil. Sólo bastaba con investigar un poco. Alguien había confundido el total de penitenciados durante toda la historia con el de muertos durante los cuatro primeros años. Los muertos fueron 2558 en total.

No es cifra para estar orgulloso pero no llega a la centésima parte de las víctimas de las otras inquisiciones de la "civilizada" Europa.