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miércoles, 30 de diciembre de 2015

LA IBÉRICA. EXCELENTES PRODUCTOS. FALSOS PRECIOS.

Publicidad gratuita.

Quienes ya peinamos canas, teñidas o no, desde hace muchos años, hemos padecido en nuestra infancia y juventud las salvajadas del llamado comercio tradicional. Sí; salvando las excepciones, que las había, casi todos eran una banda de mafiosos sinvergüenzas dedicados a la estafa pura y dura del indefenso cliente. Fue necesario que surgieran empresas serias como El Corte Inglés quien, aunque algo más caro que muchos otros, cumplía sus compromisos escrupulosamente, devolvía el dinero de las compras rechazadas e imponía una incipiente disciplina de mercado a la -hasta entonces- endiosada competencia. Fue una raya en el agua que ni siquiera la muy joven aun Galerías Preciados se había atrevido a cruzar. Después llegaron organizaciones que aun tenían las manos limpias, como el caso de la OCU, quienes obligaron a un franquismo terminal a empezar a tomarse más en serio a los consumidores que a los mafiosos tenderos tradicionales.

En esta ocasión voy a hacer publicidad gratuita. Ya sé que estamos hartos de recibir farfolla de anuncios supuestamente enviados por amigos de Facebook; unas veces porque esos amigos han picado en algún cebo y la mayoría porque algún minihacker de poca monta ha asociado su nombre con el de alguna empresucha que bien merecería la puta ruina. Pero eso es otra historia porque esta vez voy en serio, muy en serio, con las triquiñuelas del ya famoso comercio tradicional. Y me voy a referir a un establecimiento de comestibles situado en el 127 de la muy castiza calle Feria, de Sevilla, dedicado principalmente a la venta de productos del oscuro animalito autóctono de mirada baja y pezuñitas negras; ese del que a todo bien nacido le gustan hasta sus andares. Ahora sigo porque tengo que cumplir con la promesa que acabo de hacerle a un empleado que se ha pasado de listo. Lo prometido es deuda y no me gusta dejarlas sin pagar. Acabo de decir en público que hablaría de las prácticas de este tradicional comercio y lo hago con gusto en la esperanza que algún inspector de consumo se dé un paseíto por el 127 de la calle Feria y compruebe la veracidad de lo que cuento.


LA IBÉRICA. EXCELENTES PRODUCTOS. FALSOS PRECIOS

- Buenos días, feliz Año Nuevo ¿Me cortas trescientos gramos de ese jamón casi maravilloso del todo que tienes a sesenta y cinco euros el kilo? Ese mismo que tienes en la máquina de fuera en paquetitos de cien gramos a seis cincuenta.

- Ahora mismo. Pero se lo dejo en sesenta y tres con veintisiete por comprarlo aquí dentro.

- ¡Perfecto!- El hombre se pone a cortar y a colocar las lonchitas en dos barquetas de, aproximadamente, ciento cincuenta gramos cada una. Termina, las mete en bolsas herméticas, las envasa al vacío y las pone sobre la báscula. En total arrojan un peso de trescientos quince gramos. Me dice con todo el desparpajo del mundo:

- Son trescientos quince gramos a sesenta y tres veintisiete (315 g a 63,27 €) o sea, diecinueve con noventa y tres (19,93 €)

- Un momento. Supongo que habrás tarado la báscula con el peso de los envases ¿no?

- No.- Contesta escandalizado, cuando el escandalizado era yo por el robo.

- O sea, que me estás cobrando el plástico de fuera y la barqueta de poliuretano expandido a precio de jamón del bueno ¿Verdad?

- ¡Claro! - contesta el pájaro sin cortarse un pelo.- Es lo mismo que hacemos con los envases de la expendedora.

- Muy bien, hombre. Me parece muy bien. Ya está pagado y me lo voy a llevar, pero te aseguro que lo voy a ir contando por ahí.- Dije sin perder mi calma ni mi sonrisa.

- Bueno, hombre; no se ponga así. El envase no pesa nada.

- Nada. Unos cinco gramos cada barqueta y otros dos cada envase son catorce gramos (14 g) A ese precio resulta que me estás metiendo de más de ochenta y ocho céntimos; para ser exactos, 88,57 céntimos o, si quieres, más de ciento cuarenta y siete pesetillas de nada (147 ptas) ¡Vaya! Que casi treinta duros en plásticos no está nada mal ¿eh?

- Bueno, pues le doy una loncha de jamón del superbueno.- Y va el tío y me corta una lonchita del superjamón de ochenta y cinco pavos el kilo. - La acepto, me la como y estaba deliciosa. Y agrego:

- Adiós, amigo. Acabas de ganarte una publicidad gratuita. - Y dirigiéndome al resto de clientes, añadí: - Ya saben ustedes con quién se gastan su dinero. Feliz Año Nuevo a todos.

Bien, queridos amigas y amigos todos. Ya he cumplido mi promesa de divulgar una burda estafa. Guardo el ticket por si las moscas y ya sabéis lo que hay con este ejemplar del famoso y maltratado comercio tradicional. Por mí que se lo coman los chinos que ya son mayoritarios en la calle Feria. Y si este mensaje llega a los ojos de un inspector de consumo, pues ya sabe lo que tiene que hacer para poner un multazo o aceptar un soborno; que eso va en la conciencia de cada cual.

lunes, 28 de diciembre de 2015

TRÍPTICO

Para mis amigos en particular y para todos en general, aquí os dejo un tríptico de sonetos que me vinieron ayer a la mente:

Nunca renunciaré, vivo ni muerto,
a sentir de verdad el sentimiento
que me asalta y me sirve de sustento
al pisar un camino más que cierto.

¿Cómo voy a dejar vacío y yerto
el jardín de este amor en el que siento
que me vuelve la fuerza y el aliento
y me olvido de andar por el desierto?

Sólo amar es vivir, tan sólo dando,
sin esperar que lleguen recompensas
que allá, tras esa luz, me está esperando.

Antes de mucho más de lo que piensas
puede llegar la Vida renovando
todas tus ilusiones más intensas.

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No sé si es ilusión o eres de veras
pero eres la verdad que estoy sintiendo;
y esa misma verdad me está diciendo
que tengo que lograr que tú me quieras.

Intento hablar: decir de mil maneras
que sólo soy mortal y voy viviendo
el sueño que despierto yo estoy viendo
mi sueño sin inútiles esperas.

Me aferro a ti, mi sueño ya entrevisto.
Yo no soy quién para contaros nada
y sé que en ese sueño soy y existo.

Intento hablar: mi voz sale quebrada
en esa escena donde estoy y asisto
al fin de esta comedia improvisada.

---


Ven, que el amor te llama y no se espera.
Ven, que la vida pasa y deja huellas.
Vente al cielo conmigo, que hay estrellas
que con su luz me exigen que te quiera.

Ven; no permitas nunca que se muera
el fuego que prendió tantas centellas.
Y aunque la vida queme y deje mellas
nunca puede el amor quedarse fuera.

Ven; que la edad es sólo un accidente
que, más que desgastar, también refina
y hace la vida nueva y refulgente.

Ven, Ideal de amor, que no imagina
esta imaginación ser consecuente
con tanto amor que al verte se ilumina.

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Con mis abrazos a todos,

miércoles, 28 de octubre de 2015

- EL CACHONDEO DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD... O LA VOZ DE SU AMO -



Los que ya peinamos canas, conservamos una parte no despreciable de nuestra memoria y podemos aun escribir, somos la pesadilla de los estafadores internacionales de muy altos vuelos que se amparan en organizaciones que antaño ellos mismos prestigiaron para luego usarlas de felpudo para limpiarse las mismas botas que se ponen a costa de los ingenuos que se creen las directrices que se inventan para forrarse a nuestra costa. Pero no quiero ponérselo fácil y por eso voy a aportar mi granito de arena en este desierto en el que clamo con el éxito mundial esperable de este pobre blog sin publicidad.

Entro en materia: Ahora, esta banda de estafadores generosamente subvencionados, me sale con lo del cáncer y la carne roja procesada. Pero, bueno ¿Qué es esto? ¿Pues qué se creen estos sinvergüenzas? Miren, gentuza inmunda y estafadora. Tengo sesenta y ocho años y me he movido lo mío. Si fuera verdad una mínima parte de lo que ustedes vomitan por esos teclados sobornados y pagados con mi dinero en contra de mi voluntad, yo no vería cumplir cincuenta años a los serranos de mi entorno inmediato; pero el caso es que los veo cumplir los cien. Y se alimentan con esas mismas cosas que ustedes acusan de ser nocivas.

Retomo el asunto de la edad y la memoria. Siendo yo aun muy joven, ustedes salieron graznando del azúcar tradicionalmente usada y para que no se llamen a engaño la voy a llamar por su nombre científico de sacarosa. Pues bien: La pobre y popular sacarosa, protagonista  de tantas y tantas glorias gastronómicas, fue estigmatizada de mil maneras; una de ellas la de ser cancerígena (y uso bien esa palabreja que los malos periodistas se empeñan en putear confundiéndola con la palabra cancerosa al hablar de las víctimas de cáncer) Se nos inducía a sustituirla por la horripilante sacarina o por otras cosas de peor sabor aun. Un horror en el que mucha gente picó. Pero al cabo del tiempo, ustedes mismos levantaron la veda de la sacarosa y cambiaron las amenazas por el consumo de sacarina ¿Qué había pasado? Pues que un somero análisis de la actualidad y algunas noticias, me pusieron la realidad delante.

Resulta que, cuando declararon muy nociva el azúcar -la sacarosa- Cuba era el mayor productor mundial de tal producto a partir de su caña de azúcar y USA no veía con buenos ojos que la economía de la isla pudiera ser sostenible sin la ayuda de la Unión Soviética. Pero resultó que los productores de maíz de Estados Unidos animaron la investigación sobre el aprovechamiento del forraje de dicho cultivo, en el que eran líderes, con el brillante resultado de obtener azúcar -sacarosa- de alta calidad y a menor precio que la de la caña cubana. A partir de ahí, la sacarosa era estupenda y la sacarina cancerígena perdida. Luego, en ensayos serios, resultó que había que consumir seiscientos kilos diarios de sacarina para contraer un cáncer; pero este último extremo se quedó sólo para los artículos especializados. En resumen: Que ni sacarosa -azúcar común- ni sacarina -porquería intragable pero necesaria- producían cáncer ni cosas así de agradables a las farmacéuticas y terribles para las personas decentes. Y así, ad infinitum, porque me voy a permitir seguir citando un caso más de estafa a lo grande y a escala mundial.

La gripe A.

Creo que ya he hablado algo de esta fenomenal estafa. El sinvergüenza de Al Gore, el mismo que nos estafó después con la antropogénesis del cambio climático, una vez acabado su mandato como Vicepresidente de los Estados Unidos y queriendo aprovechar su tirón de falso prestigio, reunió un consorcio de otros individuos de la misma especie y se gastaron miles de millones de dólares en comprar TODA la producción mundial de anís estrellado. Con él fabricaron una guarrada seudo farmacéutica a la que llamaron Tamiflou y dedicaron parte de ese dinero a convencernos que era la única vacuna posible contra la terrorífica epidemia de gripe A que, según la muy bien sobornada Organización Mundial de la Salud, sólo en España iba a matar ochenta míl personas. Como todos sabemos, muchos incautos se dejaron inyectar semejante porquería que, en el mejor de los casos, era inofensiva; y en otros provocó algunas reacciones indeseables como si fuera una vacuna de verdad y así fue justificado. La gripe A llegó; pasó haciendo estornudar un par de veces a sus pocas víctimas y se fue sin pena ni gloria dejando atrás un par de ancianos moribundos que, con gripe o sin ella, hubieran fallecido de igual manera.

Sin duda alguna, las mentiras descaradas de la OMS no son las únicas con las que los bandidos que gobiernan el orden mundial tratan de aterrorizarnos. Los antiguos facinerosos lo hacían con el miedo a la ira de los dioses; luego con el miedo al infierno y, si eso no bastara, Iglesia y reyes se aliaban para aterrar con tormentos, cárceles y castigos la mar de imaginativos; los dictadores de principios del siglo pasado con sus campos de exterminio que, aun hoy, siguen usando con gran éxito. Y los modernos, en la sombra, nos asustan con las ondas electromagnéticas, el cambio climático antropogénico (¡Como si no supiéramos de sobra que el cambio climático es una acción natural! ¡Vamos, anda!) Y la gente se lo traga todo ¡Qué pena!

Razón le sobraba a san Pablo cuando escribió aquello de: Stultorum numerum infinitus est. O el refrán moderno que dice: Cada día que amanece, el número de tontos crece.

Así nos va.

sábado, 13 de junio de 2015

UN CONCIERTO EN EL ALCÁZAR DE SEVILLA



Nadie piense que este artículo es una crítica musical porque no soy quién para osar atreverme a perpetrar algo en un terreno en el que sólo soy un pobre aficionado. Lo escribo con el único fin de hacer un homenaje a una agrupación musical algo olvidada a pesar de su rancio abolengo y de dejar constancia de una inolvidable y muy grata experiencia. En el mundillo de la música clásica sevillana es muy difícil destacar frente a nuestros dos grandes monstruos de fama mundial como son la Sinfónica y la Orquesta Barroca de Sevilla, o tres si contamos también con la multiétnica orquesta del Diván que fundó el ilustre sevillano de adopción Daniel Barenboin y que, de vez en cuando, nos depara alguna que otra bonita sorpresa. Esta vez no me refiero a ellas sino a la gran olvidada Orquesta Bética Filarmónica que fundó como orquesta de cámara nada menos que don Manuel de Falla para el estreno de El retablo de Maese Pedro y que, tras muchos altibajos, la primitiva agrupación de cámara devino en filarmónica a partir de 1961 bajo la batuta del gran don Luis Izquierdo.

Pues bien, la Filarmónica actual está formada por una inmensa mayoría de gente muy joven pero, como se dice ahora, sobradamente preparados y lo demostraron con creces el pasado martes 9 de Junio en el patio de la Montería de nuestros Reales Alcázares interpretando diversas piezas de la época de su ilustre fundador. Debo añadir que las condiciones acústicas del citado patio son tales que permiten hablar desde el escenario sin auxilio de megafonía y sin impostar la voz para ser oído en toda su extensión que, dicho sea de paso, no es nada pequeño.

Llegué de los primeros y pude elegir asiento, colocándome adrede un poco retirado a la derecha del escenario, ya que mi oído derecho sólo percibe claramente los sonidos graves; así que el izquierdo aprecia perfectamente los violines y, al estar algo desplazado, también puede cubrir violas y viento, dejando los chelos, contrabajos y la percusión directamente bajo el dominio del oído derecho.

No me arrepentí de haber llegado tan pronto, ya que el escenario se encontraba justo delante de la fachada del palacio de don Pedro I y pude recrearme a gusto con esa maravilla de fachada nunca suficientemente contemplada y tan poco comprendida. Es una maravilla de palacio musulmán hecho para el disfrute de un rey cristiano; y en su fachada se encuentra un compendio de Historia de la época y hasta se esbozan formas que más de cien años después aprovecharía el Renacimiento, como es el dintel de la puerta formado por dovelas acuñadas, perfectamente ajustadas para coronar con éxito la horizontal. No hay desperdicio en esa fachada desde el gran tejaroz con sus atrevidos mocárabes de impecable talla en maderas nobles y salpicado por los blasones de la Orden de la Banda, pasando por la balconada de columnas de mármol y descendiendo hasta la gran pared de la planta baja toda decorada de ataurique tallado en la misma piedra. Arriba, bajo el tejaroz y orlada por una cenefa con una leyenda descriptiva de su propietario y la fecha de construcción, se halla una monumental inscripción en árabe con caracteres esquemáticos que repite cuato veces el lema nazarita: "Y no vencedor sino Alá", como cortesía de don Pedro hacia su amigo Muhammad V de Granada quien le prestó los albañiles y yeseros que harían posible tal milagro y que, una vez entrenados en Sevilla, volvieron a Granada para rematar esa otra maravilla que es la Alhambra. Esta gran inscripción cuádruple tiene una particularidad que pasa por alto a casi todos los ojos de sus espectadores; y es que, esas cuatro repeticiones pintadas en caracteres azules sobre fondo blanco, tienen su imagen especular si la leemos mirando los caracteres blancos con el fondo azul. En efecto: Fue hecha para ser leída desde la tierra y desde el cielo. También llama la atención la fecha de la cenefa porque alude al año 1402 cuando todos sabemos que la obra es anterior a la nefasta llegada de la bastarda dinastía de los Trastámara; pero todo se explica sabiendo que don Pedro, como todos los reyes castellanos anteriores, databa sus documentos en la llamada Era Hispánica y no en la Era Cristiana como se haría después de la llegada de los Reyes Católicos. En nuestra Era Cristiana, el año 1402 de la Era Hispánica corresponde a 1364. Pero vamos a nuestro objetivo principal de la reseña del concierto.

Empezó el acto con las palabras de una ilustre dama de la Fundación Al-Ándalus en la que se nos animaba a ser una ciudad de grandes metas y no entretenernos en pequeñeces aldeanas. Proyectos como el dragado del río en profundidad para permitir el acceso de buques más grandes, la ampliación del puerto y de la zona franca, las nuevas líneas del metro, un nuevo puente y algunos otros proyectos más, corren el riesgo de irse por el sumidero con la ciudad en manos de un Ayuntamiento formado por miopes mentales del PSOE, IU y Podemos quienes, con casi total seguridad, se gastarán nuestro dinero en favorecer amigotes con corruptelas y cuchipandas, o algunas cosas peores, relegando a la pobre Sevilla a ser una ciudad cutre, cateta, sucia y atrasada para poder gobernarla mejor a base de repartir migajas entre los parados cuyas empresas cierran obligadas por estos que dicen representarnos.

Llega la orquesta y cada miembro ocupa su puesto en espera del Director. Nada menos que el muy ilustre Michael Thomas, británico de dilatadísima carrera que posee y utiliza un español casi perfecto, compositor, concertista y que hasta hizo los arreglos de la música de Paul McCartney para los funerales de su esposa Linda. Y empieza el concierto con Maurice Ravel y su Tombeau de Couperin que fue bordado en sus tres primeros movimientos y rematado con gran brillantez su final en un vibrante Rigoudon. Siguió con la Primera Rapsodia de Claude Debussy en la que el piano fue sustituido, con arreglos del propio Thomas, por un clarinete en las expertas manos de Pablo Barragán, jovencísimo marchenero que vive en Suiza y actúa de solista con muchas de las agrupaciones más importantes del mundo. Sigue la espléndida siciliana de Gabriel Fauré -dicen que lo bueno, si breve, dos veces bueno- en la que se sumó la elegante y grandiosa belleza de la corta composición al virtuosismo del oboe de la orquesta que tuvo su momento de gloria en esta interpretación. Otra pieza corta de Messageri arreglada, cómo no, por Thomas y llamada Solo de concourse que también tuvo de protagonista aBarragán con su clarinete, dejó paso a la final de lo programado: La muy gatuna obra de Fauré con arreglos de Thomas llamada Suite Dolly, con movimientos tan divertidos como el llamado Mi-a-ou y el Kitty Valse o Vals de la Gatita, culminando su quinto tiempo en algo tan nuestro como el Pas Espagnol, verdaderamente digno de su nombre.

Hasta aquí el programa oficial pero, sin llegar a la propina final, el Director tenía reservada una grata sorpresa al hacer subir como solista a uno de los muy jóvenes concertinos titulares de la agrupación quien, hasta ese momento, no había aparecido en escena. Ese pedazo de artista superdotado se atrevió a hacer algo tan espectacular como la durísima pieza del Sarasate llamada Zapateado, luciéndose en las diabólicas alternancias de arco y pizzicato que no se le hubieran ocurrido ni al mismísimo Giuseppe Tartini. El público, rendido, aplaudió a rabiar durante un buen rato hasta que don Michael mandó callar y sentó de nuevo a la orquesta para ofrecernos, de propina, la Sevilla de la Suite Iberia de Albéniz. Perfecta sin paliativos.

En fin, que pasaban las once y media de la noche y salimos de allí con las palmas de las manos rojas de aplaudir. Que se repita, por favor. Mi más sincera enhorabuena a la renovada Orquesta que ya, por derecho propio, figura entre las más grandes.

viernes, 1 de mayo de 2015

EL SONETO DE HOY


Aíslo el pensamiento del ruido
y dejo al interior manifestarse
por ver si puede ser capaz de darse
el íntimo milagro que he pedido.

Milagro de no estar nunca dormido
para que el alma pueda entera darse
a saber más; y así perfeccionarse
y no ser nunca pasto del olvido.
Me quedo ensimismado meditando
lo que ayer fue; si mereció la pena,
o fracasé en vivir siempre buscando.
Y siento que tener el alma llena
es saber que por fin estoy ganando
haciendo mi papel en cada escena.

sábado, 25 de abril de 2015

LA TRADICIÓN OCULTISTA EN LA BIBLIA


No voy a hablar aquí ni en ninguna parte de esa basura propia de indigentes mentales cargados de soberbia que algunos ignorantes confunden con el Ocultismo, con mayúscula. No voy a referirme a la mierda del vudú y a esas prácticas que sólo pueden afectar -y gravemente, por sugestión- a quienes creen en ellas. Me refiero, claro está, a la rama menos divulgada del ocultismo; al Ocultismo clásico más o menos inspirado en fuentes hinduistas que llegó a Europa de la mano de los colonizadores británicos de la India y aquí se desarrolló hasta el extremo que en países como el Reino Unido no está nada claro si su religión oficial es la anglicana o el ocultismo al que me refiero.

La tradición ocultista clásica a la que me refiero, al beber de fuentes del budismo lamaísta del Tíbet, afirma que el llamado cuerpo astral o segundo cuerpo sutil del ser humano(1) está unido al cuerpo físico por una especie de cordón umbilical que los ocultistas llaman "el cordón de plata" porque quienes dicen haberlo visto afirman que parece del color de plata azulada. Ese supuesto cordón de plata es el encargado de mantener conectados físico y astral cuando, bien en el sueño o bien en estados de trance profundo o de pérdida de conocimiento, el cuerpo astral se separa por corto tiempo del físico para vivir otras experiencias; experiencias que algunas veces tratamos de racionalizar al recordar nuestros sueños.

¡Uffff! Demasiado complicado exponer en un artículo la doctrina ocultista, que conozco pero no me creo por otra serie de razones. Pero sigo con el asunto.

Como resultado de las interacciones físicas de los diferentes cuerpos superpuestos y continuando con esa misma doctrina, nuestro cuerpo vivo está rodeado de un nimbo o aura de luz, cuyos colores dependen de nuestra evolución espiritual, estado de salud y otras características físicas, mentales o espirituales que nos acompañan. Por supuesto que esta pretendida aura es invisible para la inmensa mayoría de los seres humanos y sólo algunos privilegiados muy sensibles pueden llegar a observarla y describirla. Este asunto no es demasiado descabellado si tenemos en cuenta que, desde tiempo inmemorial y en todas las religiones, los santos han sido representados con su nimbo y es una chocante coincidencia que el color dorado con que nuestros pintores rodean las cabezas de las figuras sagradas es exactamente el descrito como color de la santidad en la tradición ocultista(2).

Para terminar con la argumentación y antes de presentar pruebas definitivas, tampoco hace falta decir que las ideas ocultistas han estado proscritas por casi todas las iglesias cristianas con -quizá- la única excepción de la iglesia copta a la que se acusa de estar impregnada del animismo africano.

Pero ahora voy a tirar de papeles y nos vamos a ir a leer un pasaje bíblico de uno de los más bellos libros sapienciales. Abrimos el Eclesiastés o Cohelet por su final y nos encontramos con una sorpresa en su capítulo 12 con referencia a la muerte:

... porque se va el hombre a su eterna morada y andan las plañideras en torno a la plaza; antes que se rompa el cordón de plata y se quiebre la ampolla de oro, y se haga pedazos el cántaro junto a la fuente, y se rompa la polea en el pozo, y se torne el polvo a la tierra que antes era, y retorne a Dios el espíritu que Él le dio.

Ahí queda eso. La exégesis se la dejo a quien quiera hacer el ridículo.

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(1) Según esta doctrina, cada ser humano está compuesto por varios cuerpos superpuestos, siendo el visible el de materia más grosera. Al morir abandonamos aquí esta envoltura y la siguiente, el llamado cuerpo etérico; siendo el astral y los otros cuerpos más superiores los que siguen configurando nuestra personalidad hasta que nuestra evolución se complete y podamos fundirnos con la naturaleza divina. El cuerpo físico se descompone o mineraliza como materia que es; el cuerpo etérico se disuelve con el tiempo aunque, en algunos casos, puede durar muchos años rondando los lugares frecuentados en su vida terrestre. Estos cuerpos etéricos más o menos groseros serían, según esa tradición, los fantasmas que abundan en muchos relatos.

(2) Respecto a las figuras nimbadas en el arte, el tema da para un tratado. A veces, es tal la exactitud mostrada entre lo representado en las pinturas y las descripciones de quienes dicen poder verlas que es fácil creer que no todo es fantasía en este terreno. Para colmo, en los años 60 del pasado siglo se desarrolló un sistema fotográfico llamado cámara Kirlian que, sin ser perfecto, despejó muchas dudas sobre la veracidad de la existencia del aura de los seres vivientes.

Nota final: Las referencias bíblicas están tomadas de la Biblia Nácar Colunga.

sábado, 11 de abril de 2015

DISCIPLINA DE VOTO

Señoras y señores Diputados, Senadores y parlamentarios autonómicos:

Estoy realmente escandalizado por el funcionamiento de las Cámaras de representación ciudadana donde ustedes realizan una supuestamente digna labor en favor del pueblo. No quiero perder la serenidad de expresión ni atropellar mis propias palabras ante las atrocidades morales que se cometen contra ustedes y que ustedes mismos consienten con tal de conservar puesto y sueldo.

Quizá sea un ingenuo de los que aun creen en el sagrado concepto de la democracia; aunque me inclino a pensar que, más que ingenuo, sea sólo un pobre imbécil a sus ojos: Un tonto útil de los que depositan su inservible papeleta en la urna cada cuatro años con la lejana esperanza de conseguir el bien para España a todos los niveles. Quizá. Y digo quizá porque hay comportamientos corporativos ante los que la palabra repugnante se queda muy lejos de la intención definitoria de sus infames acciones y su abyecto borreguismo.

Todo esto viene a cuento por algo que ustedes y yo conocíamos pero en lo que no se ha profundizado. Resulta que, entre ustedes, existe un concepto llamado "disciplina de voto" por el que todo aquel ser -me niego a llamarle humano- que pose su repulsivo culo de obediente pelota sobre un escaño pagado con mis impuestos, está obligado a votar lo que le mande su jefe de filas quien, a su vez, obedece instrucciones de un ente de mayor rango y, por supuesto, de mayor abyección diabólica.

Ahora resulta que sus jefes no somos los contribuyentes sino la quintaesencia destilada de la hez de la escoria de la basura, a quienes ustedes les son sumisos y son castigados con multas en caso de desobediencia.

Señoras y señores Diputados, Senadores y parlamentarios autonómicos: Si ustedes sirvieran para algo más que para cobrar sueldos públicos por calentar asientos a cambio de una obediencia perruna ya lo habrían demostrado en sus vidas profesionales; y ante un intento de imposición de voto por parte de cualquier hijo de puta de cargo superior, responderían con una dimisión fulminante y escandalosa ante la prensa y todos los medios de comunicación para descrédito de la gentuza que los maneja.

Pero no. Ustedes siguen aferrados a sus asquerosas prebendas mal ganadas a mi costa. Los menos indignos de ustedes prefieren pagar esa multa y seguir en el sillón a sabiendas que continuarán cobrando del dinero de mi sudor, en lugar de poner públicamente en su sitio al incalificable ser que les impone el voto. Por no hablar de las chupópteras sabandijas que obedecen sin rechistar a su amo como esclavos de mierda que son.

Estoy seguro que muchos de ustedes son o han sido honrados profesionales de todas las gamas; desde el humilde repartidor de butano hasta doctores en muchas carreras y especialidades e ilustres miembros de la carrera judicial ¿Cómo es posible que se plieguen ustedes a ese juego? ¿Cómo concibo yo, simple ciudadano, que un honorable profesional se rebaje a obediente siervo de una gentuza perfectamente definible? ¿En tan poca cosa se valoran? Tengan dignidad de una vez porque estoy seguro que algún día la tuvieron. Mírense al espejo y díganse a sí mismos si merece la pena seguir así, como títeres en manos de mafiosos indeseables y si continuar por la senda que le marcan aquellos que su dios es su vientre les merece la pena para recibir al final el merecido premio del eterno desprecio. Piensen los que puedan pensar y actúen en consecuencia.

En cuanto a los que están ahí con ustedes y no tienen más oficio ni beneficio que aplaudir al señorito, en el suculento sueldo mal ganado les va también el pasaje a su propia abyección social y moral de la que nunca debieron salir. Prostituidos en alma y cuerpo, sólo mantener generaciones de idiotas a base de planes de estudios hechos a la medida de los delincuentes harán posible que continúen en sus asientos.

Pero no se engañen: Su tiempo se está acabando; y también el nuestro de seguir consintiendo semejantes aberraciones.

Con mi más despectivo saludo me despido de ustedes.

domingo, 5 de abril de 2015

FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN

(Fragmento de mi Retablo de Resurrección)

Pedro (3:18-19)

“Pues también Cristo, para llevarnos a Dios, murió una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, muerto en la carne, vivificado en el espíritu. En el espíritu fue también a predicar a los espíritus encarcelados”

Pedro. Cap. 4

“Por eso hasta a los muertos se ha anunciado la Buena Nueva”

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Un Muerto entre los muertos ha llegado
al reino de los muertos, anunciando
que la muerte no es muerte y demostrando
que un Humano a la muerte ha derrotado.

Un Muerto que es humano y que ha afrontado
la muerte como humano, señalando
lo que es inevitable, llega dando
la vida al ser humano desahuciado.

Un Muerto que da vida: un impensable
acertijo de Amor que Dios nos manda
y que muestra con ello su Clemencia.

Un Muerto, de la Vida responsable,
la senda de la muerte la desanda
mostrando la divina Omnipotencia.

El triunfo del enemigo en derrota se ha tornado: ha muerto el Hijo del Hombre por insidias del Malvado. Mas esa muerte se ha vuelto en victoria que ha logrado un Hombre-Dios que su carne ha dado por los pecados de una humanidad caída; del Hombre ya desahuciado.

En el Reino de la Muerte, el Hombre-Dios se ha encontrado. Viene también como un Muerto, pero un Muerto señalado para sacar a los muertos de la muerte del pasado. El Enemigo se aterra con su poder fracasado: Caído en su propia trampa, la muerte lo ha derrotado. La muerte del Hombre-Dios, que siendo Dios es Humano. Vencido su poderío, adora al Recién Llegado. Hace poco pretendía por su Dios ser adorado, cuando en figura de Hombre el Hombre-Dios fue tentado para que, sin sufrimientos, fuera por siempre alabado como Rey de un pobre Mundo; pero no un Mundo salvado, sino esclavo de poderes que de Dios fueran extraños.

Hace tiempo el Enemigo, cuando el hombre fue creado, cegado por la soberbia, contra Dios se ha rebelado negándose a respetar lo que Dios hubo creado, que a los ángeles iguala y del polvo ha levantado. Un Príncipe, como era, tiene que ser respetado y será Dios el primero en respetar lo pactado. El mundo quedó en sus manos y se sintió abandonado aquel hombre desvalido que su Dios había expulsado de una tierra de delicias, condenándolo al trabajo y a sufrir las intemperies y a comenzar desde abajo. El Enemigo, contento: sangre y sudor sin descanso atenazaban al hombre, aquel hombre tan odiado por ser obra de aquel Dios donde se ve reflejado. Pero Dios, al expulsarlo, promete a aquel desgraciado que algún día la serpiente que lo había traicionado se quedará sin poder por obra de un Ser Humano.

Para Dios nada es el Tiempo, ya que es obra de sus manos. Infinitas recaídas dan razón al Adversario quien, como dueño del mundo, siembra traiciones y engaños a sabiendas que algún día su poder habrá acabado. Mientras tanto, se gloría en humillar al humano: Muerte, destrucción y miedo, sangre, lágrimas: esclavos. Así cobra su tributo quien a Dios ha traicionado vengándose en la figura que el propio Dios ha formado para ser su semejanza y él lo tiene esclavizado. Cree ser dios y demuestra que su poder es malvado aplastando a la semblanza de su Dios que ve lejano.

Mas recibe la visita de un pobre Crucificado que demuestra ser quien Es sin dejar de ser Humano. Siente el poder de su Dios y se arrodilla a adorarlo ¿Qué más le puede ofrecer? ¡No ha podido sobornarlo! ¿Qué puede ofrecer ahora al Dios que lo ha derrotado? Tiemblan las puertas cerradas ante aquel Recién Llegado quien pasea por su reino como Señor que ha ganado una guerra muy antigua, sin dejar de ser Humano. ¿Qué puede ofrecerle a un Hombre que no viene encadenado? Vencido por su Poder, el Enemigo humillado tiene que reconocer que aquel Hombre tan odiado es muy superior a él: Y como Dios se ha mostrado. Y como Dios ha venido sin dejar de ser Humano para ser reconocido y para ser adorado.

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Acusaba de ignorantes, supersticiosos y vanos a todo aquel que creyera en algo más que en lo humano. Y acabo de darme cuenta -¡Dios mío, qué inteligencia!- que lo Divino ha formado a lo Humano con su Esencia. No tengo que renunciar a mi ser ni a mis principios por sentirme hijo de Dios ni por seguir el camino de tantos que yo pensaba que erraban con desatino y a la muerte se enfrentaban sonriéndole al destino que tanto los maltrataba.

Tengo ahora ya por cierto que un Dios maneja los hilos y es un Dios Omnipotente manifestado en su Hijo que, sin dejar de ser Dios, ha venido a redimirnos. Lo demás es accesorio: un poco más de lo mismo.

Esclavo de la ignorancia, esclavo de mis pasiones, ahíto de propaganda de perversas intenciones. Res de infame matadero ¿cómo no me he dado cuenta del engaño interesado? ¿Cómo pude ser tan ciego? Yo mismo cerré mis ojos pensando con mi soberbia sin usar más facultades, sin usar la inteligencia, apagándome las luces, negando las evidencias, mirando sólo mi espejo, despreciando las creencias de sabios antecesores frente a la Divina Esencia.

Se han acabado mis dudas y la luz me ha rodeado; ante esa Luz yo me rindo al sentirme tan amado. Estoy ahora seguro y me siento avergonzado ante tanta prepotencia como había demostrado. Pero soy hijo de Dios y sé que estoy perdonado porque Dios me ha redimido y no estoy abandonado. Y me siento agradecido sin que me sienta humillado, que ya se humilló bastante el Dios que nos ha salvado.

¡Puedo ya decir ahora que Cristo ha resucitado!

sábado, 4 de abril de 2015

REFLEXIÓN DE VIERNES SANTO

Se me atasca el barroco teatrero; el terror medieval no me impresiona, ni los ecos de falsas amenazas hacen mella en mi ánimo sereno. Mas no puedo quedarme indiferente frente a hechos que hoy conmemoramos cuando un viernes atroz de luna llena -dos milenios a punto de cumplirse- la injusticia friunfó sin paliativos. Sólo un hombre pagó con el tormento los temores de líderes hipócritas. Era un Hombre sin más: uno de tantos, pero limpio y de sangre más que noble; y ha llegado tan roto hasta el tormento que su cruz ha tenido que llevarla otro hombre que nadie preveía.

Todos temen a Roma y más que nadie los hipócritas ricos encumbrados que los mismos romanos los consienten como tristes payasos capataces de una masa que ayer quiso elevarlo y hoy reclaman su muerte como reo. Nadie sabe y los pocos que lo siguen, por temor, también lo dejan solo. Las mujeres ¡ay, sólo las mujeres! siguen fieles al reo hasta su muerte y un pariente muy joven las escolta pues su edad no resulta sospechosa a los ojos de aquellos asesinos.

Es clavado al madero a martillazos y horadadas con clavos sus muñecas, es izado por brazos poderosos y otro clavo remata tanta infamia cuando fija sus pies en un resalte. Dos ladrones por toda compañía y esa inmensa y pesada carga a cuestas que Él conoce y que nadie la comparte. Tanto horror al sentirse abandonado, pero ni un solo instante se abandona más que en manos de Aquel que lo ha enviado. Su misión está a punto de cumplirse y su ciclo en la Tierra ha terminado. Aun le queda, quizá, lo más tremendo; lo que ha hecho que sude sangre y tiemble: Esa estancia no escrita en las regiones donde planta la cara al enemigo y le exige la entrega de su reino porque ya con su muerte lo ha vencido. Es un tiempo terrestre de unas horas, poco más de dos días mal contados, pero ha sido de sobra suficiente para hacer que se hundan los cimientos de la fuerza que antaño dominaba una Tierra que estaba ya perdida desde el mismo principio de los tiempos.

Viernes Santo; silencio sin respuesta
ante el mundo que yace abandonado
porque todo pasó, se ha terminado
y ante el grito de horror nadie contesta.

¿Qué ha pasado por fin? Se manifiesta
cómo el Bien se retira derrotado
pero el Mal ha quedado desarmado
por el Hombre que odia y que detesta.

Viernes Santo; el tiempo se detiene;
no sabemos muy bien qué está pasando
ni siquiera imaginamos lo que viene.

Abandono, silencio; va pasando
un tiempo en el que nada se sostiene.
Nadie sabe que Dios está actuando.

jueves, 19 de marzo de 2015

EL ARZOBISPO Y EL LEÓN O LA DIVERTIDA MEDICINA DEL RENACIMIENTO


Quienes me conocen saben que huyo en lo posible de escribir artículos locales y el presente lo es por derecho propio. No obstante, debo decir en mi descargo que voy a referirme a una época en la que mi ciudad era el ombligo económico del mundo; algo así como la Nueva York actual, salvando las distancias.

Tuvo Sevilla un Arzobispo de la orden dominica llamado fray Diego de Deza quien ocupó la sede hispalense desde 1504 hasta su fallecimiento en 1523 cuando iba camino de la sede primada de Toledo a tomar posesión de su nuevo cargo. Ambición no le faltaba al buen hombre y, por lo que vamos a ver ahora, tampoco ganas de hacer fantasmadas históricas; si bien, todo hay que decirlo, la fantasmada que voy a referir estuvo avalada por la Medicina de su época que, por lo que se ve, más tenía de diversión chistosa que de verdadera ciencia. Me ahorro contar su desastrosa etapa de Inquisidor General; etapa que fue abortada por Felipe el Hermoso en la quizá única intervención acertada que tuvo en su felizmente corto reinado.

Pues bien, resulta que el buen fray Diego no parece que fuera demasiado observante de la pobreza evangélica ni de la moderación en el comer y beber porque padecía de una enfermedad muy extendida por entonces entre reyes y grandes señores que podían permitirse dietas muy ricas en carne y generosa largueza en el consumo de vino. Me refiero, claro está, a la temible y dolorosísima gota, capaz de acabar con la paciencia del más templado a causa de los dolores que produce.

Como la Medicina de entonces era así de original además de inútil, algún médico le recomendó al pobre gotoso que reposara sus pies sobre la piel de una fiera viva y, ni corto ni perezoso, fray Diego se hizo traer de África un cachorro al que mandó capar, extraerle los colmillos y extirparle las garras. El pobre animalito se recuperó pronto de tales ofensas a su dignidad y creció y creció hasta convertirse en un enorme y majestuoso gatazo melenudo y mimoso que acompañaba al Arzobispo a todas partes; incluso se le podía ver en la Catedral echado a un lado del altar donde oficiaba su amo o sirviéndole de escabel cuando presidía alguna ceremonia. Se cuenta alguna anécdota de este león relativa a los caballos de las carrozas de los visitantes del Arzobispo, ya que el retozón "gatito" disfrutaba jugando con los caballos y viendo los intentos de escapar de los inofensivos ataques simulados que perpetraba con ellos y que incluso algún caballo llegó a morir de miedo allí mismo por la presencia del felino.

Antes de acabar esta entrada sobre tan singular personaje, sólo quiero citar de pasada que solía llevar sobre su hábito dominico al que nunca renunció, una cruz pectoral en la que destacaba un pedrusco de feldespato gris que se le llamaba "piedra del sol"  y que se empleaba para alejar el mal de ojo ¡Signos de los tiempos!


viernes, 13 de marzo de 2015

GRATITUD


¿Qué me importa saberme despreciado
por la gente que aprecio no merece
si el aprecio de veras siempre crece
en la gente que aprecio se ha ganado?

¿Qué he perdido viviendo retirado
si la vida por fin se me aparece
y el ayer olvidado reverdece
cuando ya creí todo consumado?

¿Qué me importa romper el viejo esquema?
¿Qué me importan los viejos fariseos
ni su falsa doctrina tan blasfema?

He ganado, cumpliendo mis deseos,
el salir para siempre del sistema
y no ser uno más de sus trofeos.

jueves, 26 de febrero de 2015

EL CONCEPTO CATÓLICO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD



Vaya por delante mi respeto a Israel y a la religión judía porque, como dijo el Papa Benedicto, para ser cristiano hay que ser antes judío.

He leído una enternecedora y emotiva historia muy parecida a otras que conozco de judíos de Granada, relativa a una señorita de ascendencia judía y nacida cristiana quien llegó hasta ser monja de monasterio, abandonando luego el mismo al sentirse atraída por la religión de sus antepasados y ahora viviendo feliz en Israel. Hasta ahí, todo es normal y yo la felicito por sentirse tan bien en su nueva vida. Pero esta señorita cita como ejemplo de duda ante el cristianismo el asunto de la Santísima Trinidad y lo define de manera tan rudimentaria como que tenemos la idea de un Dios troceado en tres partes. Y nada más lejos de la realidad.

Ese razonamiento del Dios troceado es demasiado elemental. Por desgracia, no siempre las personas consagradas a la vida religiosa son las más adecuadas para impartir una formación seria a la persona creyente, culta y con inquietudes espirituales. Lamentablemente, en muchos casos se trata de criaturas de buena voluntad y probada vocación; pero eso no basta para saciar las inquietudes de saber de otros muchos a quienes la exposición infantil y necesariamente burda de ciertos asuntos muy trascendentales les causa vergüenza ajena y, simplemente, optan por abandonar no sólo la práctica religiosa, sino a la propia raíz de su creencia acusándola de superchería. Tal acusación no es infundada si quien predica no tiene base para hacerlo y ya podrían poner un poco de cuidado las autoridades eclesiásticas para no permitir enseñar Religión Católica a personas deficientemente instruidas por mucha vocación religiosa y de servicio al prójimo que las adorne.

La idea de un Dios troceado en tres partes repugna y abochorna por igual a todos los que leemos el Libro, cristianos y judíos o judíos y cristianos por orden de antigüedad. Pero la idea de Dios como Trinidad no es precisamente el resultado de un simplismo mental supersticioso sino que tiene sus raíces en la filosofía platónica que, sin ánimo de llevar el agua a mi molino, debo exponerla con toda la sencillez posible. Pido perdón de antemano si alguien se siente escandalizado, pero he expuesto lo que sigue dentro de los muros de una conocida iglesia en un acto público ante espectadores muy a la antigua y algún sacerdote que también tiraba a tridentino y no sólo no me han condenado sino que hasta me han aplaudido. Serenémonos los creyentes y pensemos un momento.

En su absoluta infinitud hay algo que Dios no puede hacer por el mismo hecho de serlo y es dejar de manifestarse. Así ha de ser y así se manifiesta; y entonces, Dios se reconoce en su Manifestación al formar parte de Él y, por tanto, ser también Dios. A su vez, esa Manifestación divina, reconoce al Ser que se manifiesta; y a partir de ese momento, si existe el concepto de momento a esa escala, Dios y su Manifestación o Palabra o Logos, como queráis llamarle, se aman al reconocerse. Ese Amor entre Dios y el Logos es también Dios y como tal reconoce a Dios y a su Palabra. Dios Padre, Dios Hijo o la Palabra de Dios y Dios Espíritu como el Amor que se manifiesta entre Dios y su propia Manifestación y que trasciende al universo.

Ya tenemos de una manera sencilla una pequeña explicación de ese tremendo Misterio que ha hecho hasta correr sangre en siglos pasados. Dejo a los sabios su juicio y os ruego que no me toméis a la ligera este post que dedico de corazón a mis amigos judíos. Confío en que los comentarios, si los hay, sean todo lo respetuosos que merece este asunto.

Dios os bendiga, judíos y cristianos. Dios bendiga a todas las personas de buena voluntad.

sábado, 21 de febrero de 2015

LIMPIEZA DE SANGRE

Como ocurre con todos los pecados, vicios y maldades individuales que son más criticados por los que adolecen de tales defectos que por quienes carecen de ellos -recuérdese el refrán "Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces"- también pasa lo mismo con esos defectos, pecados y vicios socilales, tal y como la propia Historia se encarga de demostrar. Véase, por ejemplo, el caso de la Inquisición Española, cuya trayectoria no exenta de infamia es un espejo de benevolencia y libertad si la comparamos con la francesa o si vemos las atrocidades que se cometieron en Centroeuropa en nombre de esta o aquella religión u ortodoxia de la fe que dejaban en pañales a las cometidas por el llamado Estado Islámico en nuestros días. Pero esta vez no voy a hablar de hogueras, sangre, tormentos y muerte sino de una costumbre que, a partir de 1450, se hizo muy común en toda España. Me refiero a la discriminación generada por la llamada limpieza de sangre.

En efecto: Todos los gremios, hermandades, corporaciones; y no digamos el ejército, la marina y las administraciones locales o nacionales, tenían muy a gala exigir a sus nuevos miembros una documentación que acreditara la ausencia de conversos moriscos o judíos entre sus antepasados de hasta cuatro generaciones atrás. Como es natural, tal práctica documental era un campo abonado al soborno puro y duro para que el funcionario de turno hiciera la vista gorda y dejara pasar por cristianos viejos y sin sospecha de arabismo o judaísmo a cualquiera que estuviera dispuesto a pagar a tanto el expediente; expediente cuyo soborno se encarecía de manera proporcional al número de apellidos sospechosos que contuviera.

Pero seamos sinceros y reconozcamos que en aquella España que estaba acabando su Reconquista y a punto de expulsar a los judíos por el solo hecho de serlo, nadie o casi nadie estaba libre de contar entre sus antepasados con algún converso de nuevo cuño, fuera israelita o ismaelita. De hecho, hacia 1560 reinado Felipe II, el Cardenal Pedro de Mendoza y Bobadilla (no confundir con el Cardenal Mendoza, quinto hijo del Marqués de Santillana, de tiempos de los Reyes Católicos) escribe un memorial en el que demuestra e ilustra que prácticamente todos los nobles castellanos y aragoneses tienen conversos moriscos y judíos entre sus ascendientes. Este memorial fue llamado El Tizón de la Nobleza y su divulgación fue prohibida por el mismo Felipe II a causa del escándalo que se pudo organizar. Para el curioso, se puede consultar la obra en la red o bajársela completa para su mejor estudio, ya que es gratis y legal hacerlo.

Tampoco vamos a escandalizarnos por lo asegurado en el Tizón porque todos sabemos el valor que en esta España se le ha dado siempre a la fatuidad y a la ascendencia sin hacer caso de los méritos de la persona. Era y es mucho más importante descender del duque, marqués o conde, aunque fuera por línea bastarda, que descubrir la penicilina. Tenemos muchos ejemplos, incluso en la realeza, que hasta llegan a nuestros días. Sólo agregar que la exigencia del expediente de limpieza de sangre fue abolida de manera oficial por Isabel II; aunque los que ya peinamos canas aun conocimos casos de algo muy parecido para entrar en ciertos estamentos y hermandades de principios del siglo pasado, aunque las disfrazaban de otra cosa.

Pues ya podemos entrar en materia tras este largo preámbulo para descubrir, no sin sorpresa, que el asunto de la limpieza de sangre más o menos documentada, no es un invento cristiano sino la respuesta de la sociedad cristiana a prácticas idénticas que, desde tiempo inmemorial, se venían haciendo en esta España de mis desvelos por sus más antiguos y genuinos españoles, aunque también de importación. Me refiero a los judíos, presentes en nuestra vieja piel de toro, aunque suene cursi, desde la primera diáspora israelita de 586 antes de Cristo a causa de la conquista de Judá por Nabucodonosor.

No voy a extenderme sobre este asunto; tan sólo decir que los judíos habitaron España desde entonces y gozaron de una relativa paz manteniendo su religión y costumbres sin mezclarse con la población ibera de la época ni intervenir en las Guerras Púnicas. Su centro principal se ubicó en Granada y allí estuvieron viviendo en paz porque hasta fueron protegidos por el Imperio Romano hasta su caída. en otro momento hablaré de cómo se interrumpió dicha paz hacia el siglo IV y de cómo, a la postre, sus propios intentos de defenderse llevaron a la ruina a ellos y al resto de España durante casi ochocientos años. Ahora me voy a referir a un curioso documento de fines del siglo XIII, muy anterior a los expedientes cristianos que, citado por don Américo Castro que dice así:

"Sepan cuantos vieren esta carta autorizada con mi firma, que ciertos testigos han comparecido ante mi maestro Rabí Isaac, presidente de la audiencia, y han hecho llegar a él el testimonio fiel y legal de personas ancianas y venerables. Según éstos, la familia de los hermanos David y Azriel es de limpia descendencia, sin tacha familiar; David y Azriel son dignos de enlazar matrimonialmente con las más honradas familias de Israel, dado que no ha habido en su ascendencia mezcla de sangre impura en los costados paterno, materno o colateral. Jacobo Issachar."

Pero también abunda en el tema con más documentos:

Una judía de Coca (Segovia} mantenía relación de amor con un cristiano hacia 1319. Sobre el nefando caso poseemos una decisión de Rabí Aser de Toledo, muy importante por el fondo social que nos descubre Yehudá ben Wakar, médico del infante don Juan Manuel, quien fue con su señor a Coca en 1319, y allá supo cómo una viuda judía se hallaba encinta, de resultas de sus amores con un cristiano, al cual había cedido además buena parte de sus bienes. Los cristianos de Coca sometieron el caso a don Juan Manuel, quien resolvió que el tribunal judío era el competente. La judía dio a luz dos mellizos; uno murió, y otro fue recogido por cristianos para ser bautizado. Yĕhudá preguntó entonces a Rabí Aser:
"cómo había de obrar para que la ley de nuestra Tora no apareciera hollada a los ojos de la gente...Todos los pueblos de los alrededores de Coca hablan de ello, y las conversaciones sobre esa perdida han corrido por todas partes, con lo cual nuestra religión se ha hecho despreciable... Se me ocurre, siendo tan notorio el caso, cortarle la nariz a fin de desfigurarle el rostro con que agradaba a su amante."
Pues ya tienen mis muy queridos lectores tarea para meditar y, de paso, para mandar callar a tanto listo que achaca a los españoles todos los males. Termino diciendo que que amo a Israel, pero al César lo que es del César.

Cubierta de la obra de don Américo Castro titulada
Limpieza de sangre e Inquisición.
Editorial Gonzalo de Berceo.








lunes, 16 de febrero de 2015

UNA VARA DE TEJO POR UN BARRIL DE VINO. EL FIN DE LA CABALLERÍA PESADA

(Dedicado a mi amigo Eneas)

- I -

¿Qué tendrá que ver una cosa con la otra? Se preguntarán muchos. Igual le pasó al honrado comerciante normando de fines del siglo XII quien, dedicado a la exportación de vinos a Inglaterra, se llevó una alegría cuando las autoridades británicas le exigieron como único impuesto una vara de tejo lisa y sin nudos, recta, de siete pies de largo, una pulgada y media de ancho y una pulgada de grosor por cada barril de vino que desembarcara en la isla. "Estos ingleses están locos", debió pensar; pero se alegró porque conseguir esas varas en Francia era fácil y barato, ahorrándose así un dinero en derechos de aduana y, por muy poco precio, evitar colocar sus barriles de contrabando con el consiguiente riesgo de ser pillado. Que en aquellos tiempos y lugares no estaban para bromear con esas cosas. Nuestro honrado comerciante se limitó a embarcar tantas varas de tejo como barriles de vino pretendía vender en Inglaterra y no hizo preguntas; preguntas que quizá ni los propios aduaneros fueran capaces de responder, ya que ellos se limitaban a almacenar dichas varas y a avisar a sus inspectores para que fueran a recogerlas de vez en cuando.


- II -

Todos hemos visto en películas de ambiente medieval recreaciones de torneos y de batallas a caballo. Pero esos caballos usados en los torneos y los que comúnmente llevaban en sus lomos a caballeros de reluciente armadura, no eran la temida caballería pesada, Esta última estaba también formada por caballeros forrados con su loriga hasta más abajo de las rodillas, revestidos de la clásica armadura y protegidos, además, por su broquel o escudo. Solían usar una lanza para entrar en combate pero, esta lanza no era nada útil a cortas distancias y se deshacían de ella cuando penetraban de lleno en la formación enemiga, echando mano a la maza, el hacha o la espada.

Pero el secreto de su invulnerabilidad no sólo estaba en su loriga y armadura, sino en su caballo. Estos eran unos animales enormes y muy fuertes, de una raza expresamente criada para este fin, que podían soportar el peso del caballero armado más una tremenda armadura que les protegía todo su cuerpo. Es natural, ya que si se conseguía herir al caballo, el caballero caído era incapaz de levantarse por sí solo(1), dado el peso de sus corazas, no quedándole más remedio que esperar a ser rescatado por los de su bando o ser rematado por el enemigo con esas terroríficas dagas cortas y finas llamadas "de misericordia" que podían colarse por los agujeros de la celada del yelmo. Para quienes tengan curiosidad para saber cómo eran esas defensas equinas, en el museo Lázaro Galdiano de Madrid o en la armería del Palacio Real pueden observar algunos ejemplares muy bien conservados y se asombrarán de la fortaleza de esos animales que dejaron de criarse y seleccionarse al no ser ya necesarios en las batallas, cosa que ocurrió a partir de la primera mitad del siglo XIV como vamos a ver a continuación.

Haciendo algo de resumen de lo anterior y partiendo de la base de que una loriga pesaba unos once kilos, una armadura humana entre veinticinco y cuarenta y cinco kilos y la propia del caballo con sus otros sesenta kilos de hierro, podemos concluir que aquellos animalitos en batalla llevaban encima, por lo bajo, más de ciento sesenta kilos incluyendo el peso de un caballero delgado de unos sesenta kilos y aun se discute sobre la raza de semejantes monstruos capaces de tal hazaña. En estas circunstancias, la caballería pesada entraba en la formación enemiga repartiendo mandobles, mazazos y hachazos a diestro y siniestro sin que las ballestas de la época hicieran demasiada mella en sus componentes. Pero un buen día, todo cambió y la armadura de caballo, así como los animales capaces de llevarla, quedaron relegados a exhibiciones propagandísticas a partir de entonces, como ya se encargaría Tiziano de inmortalizar a Carlos I.


- III -

¿Qué ocurrió para que esta caballería pesada demostrara ser poco útil en batalla? ¿Qué pintan los barriles y las varas de tejo en este relato? Pues un poco de paciencia porque ya estamos en la Guerra de los Cien Años y los reyes, príncipes y notables europeos andaban en alianzas, traiciones, emboscadas, manejos diplomáticos y resto de sus malas artes, matando a todo lo que se movía y no les cuadraba a sus intereses. Como de costumbre en aquellos tiempos, Inglaterra y Francia se llevaban a matar y cualquier pretexto era bueno para demostrarlo. El Reino de Castilla se había cuidado mucho de no intervenir mas no así Aragón quien, al igual que Francia, miraba con muy malos ojos el poderío naval de Castilla que le hacía sombra en sus aventuras mediterráneas. Si Aragón y Francia lograban contar con la fuerza naval castellana, bien podía Francia no temer gran cosa de su eterna enemiga Inglaterra. Así las cosas, Pedro IV de Aragón, llamado el Ceremonioso (2), buscaba cualquier pretexto para armar camorra con una Castilla en la que reinaba mi Rey favorito después de Fernando III: nada menos que don Pedro I. Esta ocasión le llegó servida en bandeja por el bastardo Enrique de Trastámara, quien anhelaba sobre todas las cosas usurpar el trono de Pedro al precio que fuera; pero Pedro no iba a dejarse ganar la partida sin luchar y, viendo que Enrique contaba con la ayuda de Aragón y Francia que incluía la presencia de las terroríficas Compañías Blancas del mercenario sinvergüenza Bertan Du Gesclin, acudió a su aliada Inglaterra que, también oliendo el oro y las joyas que Pedro había ganado en buena lid al reponer en su trono a Muhammad V de Granada, envió a Castilla al Príncipe de Gales, apodado el Príncipe Negro por el color de su armadura toledana pavonada.

Por ahorrar detalles innecesarios, diré que el encuentro decisivo tuvo lugar en Nájera (La Rioja) el sábado 3 de Abril de 1367. Las muy bien entrenadas tropas del Príncipe Negro se portaron como auténticos profesionales, pero el tema que nos ocupa fue que los arqueros ingleses destrozaron la caballería pesada franco-aragonesa, más la de los traidores castellanos, en un santiamén. Prescindiendo de las habituales ballestas y dotados con arcos largos de una extraordinaria precisión a distancias impensables para la época, los británicos acabaron con el macabro y teatral espectáculo del caballero invulnerable machacando cabezas tranquilamente mientras paseaba a su bien acorazado caballo. Fue un desastre para las huestes del bastardo(3) y una lección para la Historia Militar. Aquellos arcos tan temibles estaban hechos de tejo francés de primera calidad. Y ya sabemos por qué Inglaterra exigía ese impuesto de las varas de tejo a los franceses.


- IV -

Podría dejar aquí el asunto que nos ocupa porque ya se ha desvelado el misterio de las varas de tejo de Francia pero, para los aficionados a la Historia Militar, quiero darles algunos detalles técnicos del llamado arco galés, arco inglés o arco largo.

Se trataba, en efecto, de una vara de tejo de unos dos metros de larga. Tenía que ser limpia y sin nudos ni defectos y, según las crónicas, sufría un proceso de maduración a temperatura y humedad constantes dentro de lo que se podía en la época que duraba unos cuatro años. Después se les daba forma y se les realizaban las dos entalladuras en los extremos para la inserción de la cuerda.

El resultado era espectacular. El arco largo soportaba tensiones de hasta 800 Newtons o más, sin el menor problema de recuperación. Teniendo en cuenta que un arco moderno apenas aguanta unos 300 Newtons como mucho y que no hay demasiados arqueros que sean capaces de usar estas armas tan extremas, nos hacemos una idea del entrenamiento que tendrían los arqueros del Príncipe Negro. El caso es que podían acertar con precisión blancos a ciento cincuenta metros y con una cadencia de disparos de unas doce flechas por minuto, muy superior a la de las engorrosas ballestas con su difícil proceso de armado. Además, ya la tecnología de la época había desarrollado puntas de flechas en bisel o acanaladas, especialmente diseñadas para no sólo perforar armaduras sino para cortar limpiamente uno o dos de los aros de las cotas de malla incrustándolos en el cuerpo de la víctima junto con la punta arponada de la flecha, casi imposible de extraer sin provocar una herida mucho mayor. Con el tiempo, estas flechas se perfeccionarían haciendo muy débil la unión entre punta y asta, para que fuera más difícil aun la extracción al quebrarse el asta en el intento.

No es fácil estimar la energía que podían desarrollar semejantes armas al no poder calcular el tiempo exacto de liberación de esa fuerza ni saber cuánto ascendería una flecha en un tiro vertical; pero en reconstrucciones de las mismas se han lanzado flechas de 54 gramos a 320 metros de distancia y de 100 gramos a casi 250 en tiro horizontal; así que no es arriesgado aventurar la abultada cifra de casi 100 Julios suponiendo un alcance vertical de sólo 100 metros para una flecha de 100 gramos de peso (0,98 Newtons). El caso es que el "longbow" o arco largo, acabó para siempre con aquellos conceptos de caballería pesada al demostrar su inutilidad ante un buen armamento.

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(1) O, de ser lo suficientemente fuerte como para levantarse con ese peso, mal podía hacer nada en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo con un infante armado con una maza.

(2) No porque lo fuera especialmente, sino porque estableció por escrito el protocolo para las ceremonias de la corte. En lo personal era un enano de metro y medio que usaba un yelmo de más de un palmo rematado en la figura de un dragón que estaba a la altura justa de los ojos de una persona normal o medio alta ¡Cosas del teatro cortesano! Podéis ver este yelmo en el Palacio de la Aljafería de Zaragoza.

(3) Una pena que no fuera masacrado allí mismo, porque terminó venciendo su guerra particular y, asesinando cobardemente a Pedro, subir al trono de Castilla para convertir la Historia de España de apasionante en aburrida con sus pasteleos con la nobleza y el clero que ya Pedro había logrado controlar.

sábado, 14 de febrero de 2015

FELIZ DÍA DE SAN VALENTÍN

Aunque sea un invento de El Corte Inglés, bendito invento que saca lo mejor de nosotros. Aquí está mi último soneto:

Sueño, porque soñar no está prohibido,
con ese amor feliz que está esperando
y es el Amor en sí quien me está dando
fuerzas para soñar sin ser rendido.

Sueño porque soñar tiene sentido
cuando el amor feliz me está rondando
y sé que para mí se está mostrando
en sueños sin mirar si estoy dormido.

Despierto y la razón no le molesta
al sueño que soñé que la sosiega
porque con él jamás me será impuesta.

Despierto y la certeza en la respuesta
es luz que alumbra todo y que no ciega
cuando el Amor así se manifiesta.

domingo, 18 de enero de 2015

SUNNITAS Y CHIÍTAS. LAS DOS GRANDES RAMAS DEL ISLAM.


Como casi siempre, dejo pasar algunos días tras algún acontecimiento de relieve para escribir sobre el asunto. No me gusta hacerlo a bote pronto porque quizá ni yo mismo tenga la serenidad suficiente para hacerlo ni tampoco los lectores la tengan para asimilarlo. Así que hoy me pongo a tratar de divulgar en la modestísima medida de mis posibilidades una parte del origen de los comportamientos de los autores de las últimas masacres con sello islámico. Quiero ser muy claro: Quienes me conocen saben que me da asco lo políticamente correcto y que me gusta llamar al árabe, árabe; al moro, moro; y al terrorista, hijo de la Gran Puta, sea del signo que sea. Así que hoy me toca escribir sobre chiítas y sunnitas, o entre chiíes y sunníes; como prefiráis.

Todo empezó allá por el año 632 cuando un Mahoma cansado por tantas batallas, pero triunfante al fin, fallece en Medina venerado como profeta y rodeado de los suyos. Según parece, contaba entonces con unos sesenta y dos años; edad considerable para la época, lugar y circunstancias de su azarosa vida. No voy a entrar en detalles sobre la esencia de sus enseñanzas que, aunque bien podría hacerlo, es cosa que dejo para otro artículo si Dios es servido. Mi propósito de ahora es el de contar la división del Islam que se produjo muy pocos años después de su muerte y que ha dado lugar a los horrores que estamos viendo en estos días de matanzas, torturas, deportaciones masivas, raptos de mujeres y violaciones a mansalva, más otras actividades inhumanas, bajomedievales y hasta muy apartadas de las enseñanzas originales del Islam que vuelven a dar la cara en pleno siglo XXI para horror de las personas y vergüenza de las alimañas que las perpetran. Pero centremos el asunto.

Si hay algo que caracteriza al Islam es la ausencia de una autoridad religiosa que centralice la interpretación coránica. Así que cada imán o cada estudioso de sus escrituras puede hacer interpretaciones diferentes influyendo de forma decisiva en sus seguidores y dando lugar a esa gran confusión actual en la que unos ven esa religión como fuente de paz y otros de manera radicalmente opuesta que dan lugar a los horrores genocidas de los que somos testigos ¡Ay, si Mahoma levantara la cabeza...!

Volviendo al año 632, a la muerte del Profeta y de forma natural le sucede su tío y suegro Abú Bakr al frente del Islam. Este señor también tenía una edad avanzada y fallece poco después. Y es entonces cuando empiezan las disputas por la sucesión, pero se llega a un acuerdo amistoso nombrando a Omar y orillando a Alí, sucesor natural por ser sobrino y yerno de Mahoma. Omar se distinguió por emprender su gran campaña de conquistas que hasta logra arrebatar Jerusalén al Imperio Bizantino y por algo mucho más importante para el Islam: Reunió todo lo que estaba escrito en los más variados soportes, desde pergaminos hasta omoplatos de camello, de las revelaciones que había ido dictando el Profeta y, aun a sabiendas de la cronología de dichas supuestas revelaciones, lo ordenó según la extensión de los textos. Así, las suras de mayor extensión las hizo colocar antes que las de menor. Con ello consiguió crear una tremenda confusión en la interpretación coránica alterando para siempre lo que ellos llaman "suras de disposición" y "suras de derogación"; o sea: donde dije digo, digo Diego. Para colmo, ordenó destruir todo lo escrito salvo su compilación que es la que se conserva, estudia, y venera en la actualidad.

El año 644 es asesinado el Califa Omar, siendo sustituido por Otmán quien, quizá por su excesivo autoritarismo y sed de poder y riquezas, fue asesinado por un cuñado suyo en 656. Es entonces cuando ya no hubo excusas para nombrar al aun relativamente joven Alí, de quien se dice que fue nombrado por el propio Mahoma antes de morir. Y así se hizo, pero fue inmediatamente acusado del asesinato de Omar por la facción Omeya de Damasco, lo que provocó una guerra entre ambas facciones: La del partido o "Chía" de Alí y otra que decía acogerse a la tradición o "Sunna". Al final, Alí también fue asesinado en 661 por una tercera división, llamada del los jariyíes, surgida de la propia Chía. Desde entonces, sunnitas y chiítas forman las dos principales ramas del Islam y, como podemos comprobar actualmente, no podemos decir que sus relaciones sean las más idóneas. Aunque, para desgracia de maniqueos, tampoco podemos hacer una distinción entre malos y buenos si leemos la Historia.