Visitas

domingo, 5 de abril de 2015

FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN

(Fragmento de mi Retablo de Resurrección)

Pedro (3:18-19)

“Pues también Cristo, para llevarnos a Dios, murió una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, muerto en la carne, vivificado en el espíritu. En el espíritu fue también a predicar a los espíritus encarcelados”

Pedro. Cap. 4

“Por eso hasta a los muertos se ha anunciado la Buena Nueva”

........................................

Un Muerto entre los muertos ha llegado
al reino de los muertos, anunciando
que la muerte no es muerte y demostrando
que un Humano a la muerte ha derrotado.

Un Muerto que es humano y que ha afrontado
la muerte como humano, señalando
lo que es inevitable, llega dando
la vida al ser humano desahuciado.

Un Muerto que da vida: un impensable
acertijo de Amor que Dios nos manda
y que muestra con ello su Clemencia.

Un Muerto, de la Vida responsable,
la senda de la muerte la desanda
mostrando la divina Omnipotencia.

El triunfo del enemigo en derrota se ha tornado: ha muerto el Hijo del Hombre por insidias del Malvado. Mas esa muerte se ha vuelto en victoria que ha logrado un Hombre-Dios que su carne ha dado por los pecados de una humanidad caída; del Hombre ya desahuciado.

En el Reino de la Muerte, el Hombre-Dios se ha encontrado. Viene también como un Muerto, pero un Muerto señalado para sacar a los muertos de la muerte del pasado. El Enemigo se aterra con su poder fracasado: Caído en su propia trampa, la muerte lo ha derrotado. La muerte del Hombre-Dios, que siendo Dios es Humano. Vencido su poderío, adora al Recién Llegado. Hace poco pretendía por su Dios ser adorado, cuando en figura de Hombre el Hombre-Dios fue tentado para que, sin sufrimientos, fuera por siempre alabado como Rey de un pobre Mundo; pero no un Mundo salvado, sino esclavo de poderes que de Dios fueran extraños.

Hace tiempo el Enemigo, cuando el hombre fue creado, cegado por la soberbia, contra Dios se ha rebelado negándose a respetar lo que Dios hubo creado, que a los ángeles iguala y del polvo ha levantado. Un Príncipe, como era, tiene que ser respetado y será Dios el primero en respetar lo pactado. El mundo quedó en sus manos y se sintió abandonado aquel hombre desvalido que su Dios había expulsado de una tierra de delicias, condenándolo al trabajo y a sufrir las intemperies y a comenzar desde abajo. El Enemigo, contento: sangre y sudor sin descanso atenazaban al hombre, aquel hombre tan odiado por ser obra de aquel Dios donde se ve reflejado. Pero Dios, al expulsarlo, promete a aquel desgraciado que algún día la serpiente que lo había traicionado se quedará sin poder por obra de un Ser Humano.

Para Dios nada es el Tiempo, ya que es obra de sus manos. Infinitas recaídas dan razón al Adversario quien, como dueño del mundo, siembra traiciones y engaños a sabiendas que algún día su poder habrá acabado. Mientras tanto, se gloría en humillar al humano: Muerte, destrucción y miedo, sangre, lágrimas: esclavos. Así cobra su tributo quien a Dios ha traicionado vengándose en la figura que el propio Dios ha formado para ser su semejanza y él lo tiene esclavizado. Cree ser dios y demuestra que su poder es malvado aplastando a la semblanza de su Dios que ve lejano.

Mas recibe la visita de un pobre Crucificado que demuestra ser quien Es sin dejar de ser Humano. Siente el poder de su Dios y se arrodilla a adorarlo ¿Qué más le puede ofrecer? ¡No ha podido sobornarlo! ¿Qué puede ofrecer ahora al Dios que lo ha derrotado? Tiemblan las puertas cerradas ante aquel Recién Llegado quien pasea por su reino como Señor que ha ganado una guerra muy antigua, sin dejar de ser Humano. ¿Qué puede ofrecerle a un Hombre que no viene encadenado? Vencido por su Poder, el Enemigo humillado tiene que reconocer que aquel Hombre tan odiado es muy superior a él: Y como Dios se ha mostrado. Y como Dios ha venido sin dejar de ser Humano para ser reconocido y para ser adorado.

............................................................

Acusaba de ignorantes, supersticiosos y vanos a todo aquel que creyera en algo más que en lo humano. Y acabo de darme cuenta -¡Dios mío, qué inteligencia!- que lo Divino ha formado a lo Humano con su Esencia. No tengo que renunciar a mi ser ni a mis principios por sentirme hijo de Dios ni por seguir el camino de tantos que yo pensaba que erraban con desatino y a la muerte se enfrentaban sonriéndole al destino que tanto los maltrataba.

Tengo ahora ya por cierto que un Dios maneja los hilos y es un Dios Omnipotente manifestado en su Hijo que, sin dejar de ser Dios, ha venido a redimirnos. Lo demás es accesorio: un poco más de lo mismo.

Esclavo de la ignorancia, esclavo de mis pasiones, ahíto de propaganda de perversas intenciones. Res de infame matadero ¿cómo no me he dado cuenta del engaño interesado? ¿Cómo pude ser tan ciego? Yo mismo cerré mis ojos pensando con mi soberbia sin usar más facultades, sin usar la inteligencia, apagándome las luces, negando las evidencias, mirando sólo mi espejo, despreciando las creencias de sabios antecesores frente a la Divina Esencia.

Se han acabado mis dudas y la luz me ha rodeado; ante esa Luz yo me rindo al sentirme tan amado. Estoy ahora seguro y me siento avergonzado ante tanta prepotencia como había demostrado. Pero soy hijo de Dios y sé que estoy perdonado porque Dios me ha redimido y no estoy abandonado. Y me siento agradecido sin que me sienta humillado, que ya se humilló bastante el Dios que nos ha salvado.

¡Puedo ya decir ahora que Cristo ha resucitado!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy agnóstica y lo sabes José, aún así ¡Qué bonito!

por cierto, yo lo tengo entero, y no soy un robot.

EnEaS dijo...

Pues yo, al igual que Anónimo, también tengo el DVD que muy amablemente en su día se me remitió.

Precioso y sentido.

Un fuerte abrazo maestro Cape.