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miércoles, 9 de julio de 2014

-PIRÁMIDES FUERA DE EGIPTO- (NO EGYPTIAN PYRAMIDS) (II)


LAS ISLAS CANARIAS

Sabemos que existen pirámides en Egipto y sabemos también que las hay, aunque de diseño diferente, en toda Mesoamérica. ¿Nos extrañaría encontrarlas en lo que algunos llaman la gasolinera a medio camino? Hoy día pocos dudan que existió alguna forma de relación, aunque escasa, entre el Viejo y el Nuevo Mundo por la vía atlántica, pero sería demasiado largo exponer las pruebas existentes de esas relaciones -que las hay y son de peso- por lo que me voy a limitar aquí a dar el hecho por sentado y, por tanto, decir que lo extraño sería no encontrar pirámides en el Archipiélago Canario.

Pero a veces no vemos o no queremos ver las cosas que tenemos delante de nuestros ojos. Y lo digo por una curiosa experiencia relacionada directamente con las pirámides canarias: en Noviembre de 2002 tuve el placer de hacer un viaje de unos días a Tenerife, donde fuimos atendidos con una extraordinaria amabilidad por unos amigos residentes en Santa Cruz. Uno de los días que recorríamos la isla, paramos a comer en un restaurante de Icod de los Vinos que estaba situado al pie de una pequeña elevación del terreno; la altura máxima de esa elevación era de más o menos la de un edificio de cuatro pisos y estaba casi cubierto de vegetación, aunque podía verse con claridad que estaba formado por la roca volcánica tan abundante en la isla. A pesar del ángulo del talud sobre el que se apoyaba el restaurante, no daba la impresión de estar en peligro de derrumbe ni de poder ser arrastrado por alguna torrentera debida a la lluvia, como ocurre en algunos sitios de la península formados por terrenos más inestables, como ocurre en algunos sitios de Guadix, cercanos a sus cuevas.





















Dos vistas de la pirámide de Santa Bárbara en Icod de los Vinos (Tenerife)








Y volviendo al asunto que nos ocupa, me llevé la gran sorpresa cuando ví una foto de una de las dos pirámides de Icod y reconocí inmediatamente el lugar donde habíamos parado. En efecto: la estrechez del ángulo de visión, debida a la cercanía, me impidió darme cuenta que el restaurante en cuestión estaba apoyado ¡sobre una pirámide! Concretamente sobre la pirámide de Santa Bárbara. Casi no hará falta decir que, sobre su falda, también había otros edificios construidos a mayor altura que la del restaurante y que prácticamente la tapaban a la vista. Este efecto perverso lo hubiera evitado de haberla podido observar por la cara opuesta.

Pero una afirmación no puede quedarse ahí, sin más pruebas y es preciso remontarnos a la Historia, aunque sea de una manera muy breve, para poder hablar con un mínimo de propiedad. En 1990, Emilio Bethencourt, de apellido ilustre en la historia del archipiélago, recogiendo datos de archivos históricos y testimonios entre los vecinos de Güimar, redescubrió las construcciones piramidales  de  La  Chacona  en el municipio de Güimar, a las que siguieron todas las demás de la isla. En principio, arqueólogos e historiadores de la Universidad de La Laguna consideraron a las pirámides simples amontonamientos de piedras, afirmando que fueron realizadas por los campesinos locales entre los siglos XVIII y XIX con el objeto de dejar el terreno destinado a las cosechas libre de piedras. Sin embargo, una vez limpias de arbustos y otras plantas que las cubrían aparecieron detalles en estas estructuras como desagües y escalones que, junto con la perfección de sus formas y la ordenación en sí de la estructura en forma piramidal, indicaban una intención arquitectónica en su construcción. Además, tal como apunta el Centro de Estudios Aborígenes de Canarias, a poca distancia del lugar donde se encuentran las pirámides existen sitios más cómodos y cercanos para deshacerse de las piedras, si realmente los terrenos se hubieran querido limpiar de ellas; no es lógico pensar que los agricultores de la zona que lo que querían era cultivar cuanto antes, se dedicaran a realizar amontonamientos de piedras de una manera tan ordenada y escalonadamente como reflejan las estructuras de Chacona.




Pirámide de Chacona en Güimar (Tenerife) En la primera foto se observa la pantalla de un cine de verano que algún concejal cretino permitió instalar.

Desatada la polémica, tres científicos del prestigioso Instituto de Astrofísica de Canarias realizan una investigación astronómica en las pirámides de Güimar y concluyen que éstas se alinean en ejes de orientación hacia los solsticios de verano e invierno en dicha zona. Estas pirámides podían haberse utilizado para la predicción de fechas claves en los ciclos agrícolas, estableciendo un calendario, tal como lo hacían los mayas, incas y aztecas en las suyas. Pero no debemos conformarnos sólo con estos datos, ya suficientes de por sí, porque también tenemos testimonios   más antiguos; concretamente del tiempo de la conquista, cuando Abreu Galindo en su Historia de la Conquista de las Siete Islas Canarias, Libro III, Capítulo IV, de 1602, nos cuenta que:

"…Eran estos palmeros idólatras, y cada capitán tenía en su término adonde iban a adorar, cuya adoración era en esta forma: juntaban muchas piedras en un montón en pirámide (...), y en los días que tenían situados para semejantes devociones suyas venían todos allí, alrededor de aquel montón de piedra, y allí bailaban y cantaban endechas, y luchaban y hacían los demás ejercicios de holguras que usaban; y estas eran sus fiestas de devoción."



Pirámide de Chacona. Detalle de la escalera.

Por no quedarnos sólo con  un  testimonio deberemos añadir también el del viajero alemán del XIX Franz von Oler, enviado por Luis II de Baviera en fecha tan tardía como 1873, quien en su obra “Los Germanos en las Islas Canarias” nos relata: 

…Las empinadas rocas o las pirámides hechas de piedra que indicaban los lugares sagrados llevaban el nombre de Dios y por ellas juraban..."

Para que no queden dudas, Emiliano Bethencourt aporta otro documento, esta vez anónimo, fechado en 1511, donde se puede leer:

"En los terrenos hacia el mar que parte el Camino Real, que va desde Chacaica a Chogo, donde llaman Chacona, ende están las piedras ajuntadas, ende los guanches hacían sus oráculos..."

Tal revuelo estaban causando las pirámides canarias que a más de un desaprensivo le pasó por la cabeza la idea de meter por allí unos explosivos y una excavadora y, en nombre del desarrollo o de cualquier otro pretexto urbanístico, acabar de una vez por todas con esos dolores de cabeza que no podían darle dinero a ningún politicastro pero, por una vez, hubo suerte y el famoso investigador, aventurero y etnólogo noruego Thor Heyerdalh, se interesó por el asunto y, además de traer a la zona a investigadores extranjeros de cuyos trabajos no tenemos idea, logró que el empresario danés Fred Olsen, afincado en Tenerife y dueño de una de las principales líneas marítimas de las islas, junto con FERCO (Foundation for Exploration and Research on Cultural Origins), adquiriesen la propiedad de los terrenos. Así el Ayuntamiento de Güimar perdió la oportunidad de convertir las pirámides en solares edificables generadores de plusvalías y nosotros tenemos algunas pirámides en España a costa de perder algunas urbanizaciones de lujo. Creo que hemos ganado con el cambio.



Pirámide de San Marcos en Icod de los Vinos. En la imagen se puede observar que los sillares de esquina están tallados para ajustar el ángulo.


Vista parcial de la pirámide de Güimar.

Si las pirámides nos dan una idea de la civilización que las construyó, a la vista de estas construcciones debemos concluir que, aunque los guanches llegaran a poseer una organización social, la tosquedad de estas pirámides nos induce a pensar que no disponían de una mano de obra especializada y dedicada en exclusiva a la construcción de monumentos públicos religiosos y civiles sino que, más bien, las pirámides canarias son el resultado de una tarea comunal en la todo el pueblo participaba en mayor o menor medida y, eso sí, bajo la dirección de alguien muy experto en astronomía, como lo prueban las orientaciones de sus ejes. Poco o nada que ver con el esplendor de las egipcias y con el de las que veremos a continuación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Se habrá extendido el imperio egipcio primero hacia Grecia luego al sur de Europa?, solo que a causa de la violenta historia quedarían pocos vestigios.

Entonces los pueblos Celtíberos deberían llamarse "Galoegipcios"