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sábado, 28 de junio de 2014

-UNA HISTORIA DE MIEDO- Relato de una estafa de proporciones históricas (II)



UN INTENTO DE LIBERACIÓN DEL MIEDO

En ese estado de cosas estaba el mundo. La sociología dominante consistía en aterrorizar y someter a continua tensión a un indefenso pueblo inconsciente de los manejos de los poderosos. Aquellos pocos que se daban cuenta eran exterminados sin piedad con cualquier pretexto o, simplemente, marginados de la sociedad aborregada que los tachaba de locos. Con la llegada del siglo XX, la revolución de Octubre de 1917 en Rusia sustituyó el tiránico poder de los zares y los popes por el más tiránico aun de los soviéticos. Y, paulatinamente, muchas naciones se fueron sumando a ese bloque por las buenas o por las otras.

Tanto en Oriente como en Occidente, el control del exceso de población también contribuía al mantenimiento del miedo. Inventándose enemigos o, como consecuencias de regímenes políticos delirantes, las continuas guerras diezmaban constantemente la aterrorizada población. Las dos guerras mundiales dan buena prueba de lo sencillo que era desprenderse del exceso de gente(1) y evitarse problemas. Los poderes políticos y religiosos, si los había, se apoyaban mutuamente en esa infame tarea.

Pero algo estaba ocurriendo a fines de la II Guerra Mundial. Sin saber cómo, en Occidente, poco a poco la gente de a pie y los sacerdotes de base se empezaban a dar cuenta de este infernal juego. Es posible que la propaganda(2) soviética contribuyera bastante a concienciar a la gente cuando, tratando de llevar el agua a su molino, al menos tuvo el efecto positivo de hacer reflexionar sobre las diabólicas políticas mantenidas desde el principio de la Historia con la alianza de todos los poderes a fin de seguir viviendo a costa del sufrido pueblo.

Miedo, miedo y miedo. Esa era la clave.

Avanzaba el tiempo. Las comunicaciones evolucionaban y cada vez era más difícil aislar a un pueblo para engañarlo constantemente. La información más efectiva -el boca a oído- hacía su trabajo y, tanto en Oriente como en Occidente, nos estábamos dando cuenta de los sucios manejos de los poderosos de siempre. No había manera de parar aquella oleada que se establecía de manera tan firme. Para colmo, la Iglesia toma cartas en el asunto con el audaz golpe de mano que supuso la convocatoria del llorado Papa san Juan XXIII del Concilio Ecuménico Vaticano II.

Aquéllo fue memorable. Fue el primer Concilio de la Historia de la Iglesia en el que sus conclusiones finales no consistían en una larga y aburrida lista de anatemas. Por el contrario, estas conclusiones eran verdaderos cantos de esperanza, de fe en la Humanidad y de invitaciones a abandonar el miedo que nos atenazaba ¿Fue perfecto? Pues creo que no porque, como obra humana, no podía ser perfecto. Y aun sin serlo logró sentar las bases de lo que vendría después, tras el no muy grato recuerdo del reinado de Pablo VI.

Pero los poderes que seguían y siguen controlando el mundo, tras la desafección de la Iglesia Católica a sus mandatos, no renunciaban a seguir con sus tropelías. La fallida guerra de Vietnam, ejemplo de canallada traspasada de Francia a los Estados Unidos, seguía recordándonos a todos que la clave de todo era mantener el miedo. En éstas, fallece Pablo VI el Pusilánime, sube al solio pontificio Juan Pablo I con ansias reformadoras y, tras morir por descarado envenenamiento, llega de Polonia Juan Pablo II a la silla de san Pedro.

Miedo, miedo ¿Miedo? ¿Quién dijo miedo? Y cayó el muro de Berlín.

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(1)Como dijo el General Merry Gordon al principio de nuestra ¿Democracia? "Las guerras son necesarias para evitar el paro. Las naciones son como las dehesas y hay que desconejarlas de vez en cuando"

(2)Es curioso que la palabra propaganda, popularizada por los regímenes comunistas, la tomaran del latín eclesiástico y del nombre de una fundación jesuita de 1622 llamada Propaganda Fide. (Por favor, señores latinistas, ya sé que el genitivo es Fidei pero la fundación se llamaba así)

3 comentarios:

Mélida dijo...

Esta lucha de desenmascarar a los agentes inductores del miedo, parece una montaña rusa. En ocasiones avanzando, y otras retrocediendo.
¡ Las Fuerzas Luminosas son las llamadas a vencer !
Aunque a veces no lo parezca.
Abrazos fuertes, hermano.

Anónimo dijo...

Como todo lo que nos cuentas, interesante Jose. Por cierto, y no sé si viene a cuento ¿Te has fijado que el Papa Francisco está fatal? Parece que han pasado por el dos décadas en vez de un año - à peu prés-. Me preocupa.

José Antonio Utrera dijo...

Suele ocurrir con todos los gobernantes que se toman las cosas en serio. Por eso Rajoy está igual desde que llegó, ya que él se lo ha tomado con mucha calma.